El Informe FOESSA que no gusta a la extrema derecha

El Informe FOESSA que no gusta a la extrema derecha

La retórica del nacionalismo reaccionario y el nativismo supremacista se sostiene a menudo sobre tres falsedades: la “invasión” de personas migrantes que copan las ayudas públicas y dejan sin empleo a la población autóctona; la “vaguería” de las personas pobres para salir de su situación y “el infierno fiscal” que riega la excesiva el Estado del bienestar.

El IX Informe FOESSA (2025), elaborado por Cáritas, desmantela estas falsas narrativas con una contundencia estadística que obliga a centrar el debate en las fallas estructurales del modelo socioeconómico y las dinámicas del actual capitalismo que favorecen a las grandes corporaciones tecnológicas y extractivas, convertido, en palabras de Imanol Zubero, una “necronomía” colonial, caníbal y patriarcal.

Las personas migrantes dan más de lo que reciben

El salario de la población migrante es un 14% inferior al del resto de los trabajadores, y la precariedad laboral se ceba con ellos (84% de temporalidad, 73% de bajos ingresos).

El 47% de las personas de origen extracomunitario (no-UE) se encuentran en exclusión social total, casi el triple que la población autóctona.

El 67,5% de los extracomunitarios en situación administrativa irregular padece exclusión social, demostrando que el estatus legal es el principal muro de acceso a los derechos.

El 58% de la población migrante en la periferia laboral carece de acceso garantizado a la sanidad.

El apellido y la herencia marcan el futuro

Los menores sin progenitor con estudios superiores tienen casi seis veces más probabilidades de encontrarse en pobreza moderada.

Esto se replica en la edad adulta, donde el riesgo de pobreza entre adultos con padres de educación primaria (20,4%) es más del doble que en el grupo con padres de educación superior (11,2%).

La desigualdad está marcada por el patrimonio acumulado: el 50% más pobre de los hogares españoles solo acumulaba el 7% de la riqueza total en 2020 (frente al 12% en 2002), lo que demuestra que la falta de patrimonio familiar es una barrera que el esfuerzo individual no puede franquear.

No es la paguita, son las barreras estructurales

Casi el 80% de los hogares empobrecidos busca empleo, estudia o se forma, realizando un esfuerzo activo que es diez puntos porcentuales superior (10%) al de la población en general. La pobreza, por tanto, no es inactividad, sino el resultado de un esfuerzo sin recompensa en un mercado precario.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV), con una cuantía modesta, solo llega al 44% de los hogares potencialmente beneficiarios.

La extrema derecha quiere crear un enemigo simbólico en las migraciones al que culpar de todo, una cortina de humo para ocultar las injustas desigualdades y un espejismo para ocultar la necesidad de avanzar hacia una sociedad más inclusiva, fraterna y sostenible.

El IX Informe FOESSA transforma la discusión y urge a plantear los problemas clave que incomoda también a la izquierda política: la pobreza en España es un problema de estructura, herencia y exclusión administrativa, y no una cuestión de responsabilidad o moral individual, para la que la extrema derecha no tiene más solución que reducir el nosotros y aplicar el sálvese quien pueda.