El sindicalismo mundial recuerda que sin trabajo decente no hay democracia

Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, la Confederación Sindical Internacional (CSI) ha lanzado un contundente llamamiento a favor de una democracia que funcione para los trabajadores, y no solo para las élites económicas.
Bajo el lema “Por una democracia que genere trabajo decente”, sindicatos de todo el mundo han unido sus voces para exigir compromisos concretos que garanticen derechos laborales, protección social y justicia económica.
“Los gobiernos deben devolver la democracia a la población. Necesitamos compromisos vinculantes con el Nuevo Contrato Social: empleos, derechos, protección social, igualdad e inclusión. El trabajo decente es la base de toda democracia digna de su nombre”, ha declarado la CSI.
Desde España, representantes de CCOO, UGT y USO, sindicatos afiliados a la CSI, han subrayado la estrecha relación entre el deterioro democrático y la precarización del empleo.
Jesús Gallego, secretario de Política Internacional (UGT) afirma que “la lucha por la democracia es la acción principal para el sindicalismo mundial”, especialmente en un contexto de creciente autoritarismo.
Su compañera, la secretaria de Internacional y Cooperación de CCOO, Cristina Faciaben, advierte que “el debilitamiento de la democracia se está extendiendo a cada vez más sociedades”, lo que repercute directamente en peores condiciones laborales.
Carmen Alejandra Ortiz, responsable de Internacional y Cooperación de USO insiste en que “sin empleo productivo, con salario justo, seguridad, equidad, protección social y libertad sindical, no hay verdadera democracia”.
Hace falta control de la acción pública, políticas sociales, negociación colectiva y medidas para que la política no sea capturada por los intereses privados. Por eso, defender el trabajo decente es defender la democracia”, sostiene Ortiz.
Los sindicalistas alertan sobre el avance de la extrema derecha y su impacto en los derechos laborales.
“La derecha y la extrema derecha defienden un capitalismo cada vez más salvaje de la mano de importantes multinacionales, como las tecnológicas, y atacan la libertad sindical, el diálogo y la protección social”, denuncia Faciaben.
Europa impulsa reformas laborales muy regresivas
Gallego especifica que “el Parlamento Europeo y los Estados donde la ultraderecha ha llegado al gobierno o da su apoyo a la derecha están impulsando reformas laborales muy regresivas”.
De hecho, recuerda que “la Unión Europea ha votado en contra de la directiva del salario mínimo, de garantizar la negociación colectiva o aumentar la protección social”.
Además, denuncia que “la agenda de los Estados Unidos de Trump es profundamente antisindical y anti obrera y ha dado barra libre a cuatro tipos que se están forrando, además de promover el despido libre, negociación individual de las condiciones de trabajo y la persecución de sindicalista”.
Desde USO, Ortiz apoya las demandas para “limitar el poder de las grandes corporaciones y los lobbies empresariales que condicionan las políticas laborales, asegurar salarios mínimos suficientes y garantizar transiciones digital y energética justas”.
“En España, esto implica combatir la parcialidad no deseada y la temporalidad en la contratación”, matiza Ortiz
El escenario internacional marcado por el recrudecimiento de los conflictos bélicos y la carrera armamentística también preocupa al movimiento sindical. La CSI condena la violencia en Gaza, Ucrania y otros conflictos olvidados.
“No se puede hablar de trabajo decente cuando se asesina a panaderos, trabajadores humanitarios, periodistas y personal sanitario”, detalla Gallego.
La extrema derecha defiende los intereses de las élites económicas y sociales
Faciaben advierte que “aunque se presenta como antisistema, en realidad la extrema derecha defiende los intereses de las élites económicas y sociales en todo el mundo, mediante la imposición de sus postulados incluso con violencia, como estamos viendo con el genocidio impulsado por Netanyahu”.
“Más allá de las palabras, sea genocidio o matanza, la violencia debe terminar en Gaza, también en Ucrania y en esos otros lugares del mundo donde siguen activos muchos conflictos”, comenta Ortiz.
En Europa, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado una gran manifestación en Viena, con acciones en la calle, eventos para jóvenes y reivindicaciones como la transparencia salarial, la negociación colectiva y salarios mínimos adecuados.
El trabajo en plataformas digitales y la regulación de algoritmos también están en el centro del debate sindical europeo
La CSI por su parte reclama la reorientación del gasto militar hacia la educación, el trabajo decente y la lucha contra el cambio climático; una reforma fiscal global que obligue a las grandes fortunas y corporaciones a pagar su parte justa; un nuevo marco de Naciones Unidas para el desarme y la transición justa; la aplicación plena de los derechos laborales y salarios dignos en todos los países; y la garantía de protección social universal.

Redactor jefe de Noticias Obreras