“El obispo me dijo ‘trabajadores somos todos’ para iniciar este ilusionante camino”

La Pastoral del Mundo del Trabajo ha echado a andar en la Diócesis de Pamplona-Tudela hace solo unos meses impulsada por su arzobispo Florencio Roselló. Su delegado, Eduardo Gorriz Noain, comparte con Noticias Obreras los primeros pasos de este impulso pastoral, las orientaciones recibidas para su misión en el mundo obrero y las actividades que planifican.
¿Cuál es tu vinculación con el mundo obrero?
Mi entrada en el mundo obrero la recuerdo de forma abrupta. Yo llegaba un día de marzo de 1978 a comer a casa, estaba cursando tercero de BUP en los Escolapios. Cuando llego a casa, mi padre me dice: “Mañana no vas al colegio, tienes una entrevista para trabajar como almacenero en un taller de vehículos”. Me cogieron y empecé a trabajar en ese taller.
En aquellos tiempos los psicólogos no estaban a la orden del día como hoy, así que yo mismo tuve que solucionarme mi propia depresión. El cielo o la suerte, depende quien lo mire, quiso que me invitaran a unos grupos de catequesis que impartía la HOAC en unos locales del Arzobispado de Pamplona. Esto me sacó de la depresión pero me metió de lleno y para siempre en el compromiso social. Tras un par de años asistiendo a estas catequesis me llegó el servicio militar y al terminarlo, comencé en un grupo de iniciación de la HOAC. Tras realizar la etapa de iniciación, en agosto de 1986, con 26 años entré en la HOAC. Fue pues en la Asamblea General de Zaragoza donde me ascendieron a la categoría de “militante”. En septiembre de ese mismo año me casaba con mi compañera sentimental hasta la actualidad, Esme. Militante de la HOAC y también hija de militante, creo que ella fue el principal motivo por el que entré en este movimiento eclesial.
A partir de aquí, mi militancia me llevó a afiliarme al sindicato USO. Me comprometí en la sección de inmigración. En el equipo de HOAC lo hacía desde la sección sindical. De ambos ámbitos recibí la formación que hoy tengo, pues entre trabajo, HOAC y sindicato no daba tiempo para poder estudiar nada más. Estudiar es algo que he recuperado con mi jubilación. Estoy ya en el tercer curso del “Aula de la Experiencia” que imparte la Universidad Pública de Navarra. HOAC y USO fueron el pegamento que mantuvieron mi vinculación con la clase trabajadora.
¿Por qué crees que en la de Pamplona-Tudela no había una vinculación específica con la Pastoral Obrera como en otras Diócesis?
Pues nunca lo pude entender. Han sido varios los arzobispos que han ejercido estos años y todos bien diferentes, pero ninguno se involucró con la creación de la Pastoral Obrera. Lo que sí puedo asegurar es que no fue por la poca insistencia de los militantes de HOAC que año tras año, junto a la petición de colaboración en los presupuestos, lo solicitaban. Dinero para los presupuestos, sí nos daban; pero para la Pastoral Obrera solo buenas palabras.
¿Cuándo comenzó su actividad la Pastoral del Mundo del Trabajo en la diócesis navarra?
Pues ha sido a raíz de la incorporación del nuevo arzobispo, don Florencio Roselló. Guillermo Múgica, que fue consiliario de HOAC de la diócesis, me comentó que me llamaría el arzobispo para ofrecerme llevar la delegación de la Pastoral del Mundo del Trabajo. Esto fue en noviembre del pasado año 2024.
¿Qué orientaciones os ha dado monseñor Florencio Roselló y cuántas personas están en la delegación?
Don Florencio entiende muy bien el compromiso social. Él lo ha ejercido desde el mundo de la cárcel. Su principal mensaje fue cuando me dijo que “Trabajadores somos todos”. En esta frase enmarca todo el compromiso social. Toda la Iglesia es partícipe del mundo del trabajo. Esto tan simple me ilusionó muchísimo. Percibí un gran cambio en la cabeza eclesial. Me animó a que formara un equipo de personas comprometidas y con ilusión y se ofreció a ayudarnos y a estar con nosotros. El equipo lo formamos siete personas procedentes del mundo sindical, de Cáritas, de comunidades de base, de grupos de reflexión…
Pero para responder concretamente a las orientaciones por las que me preguntas, nada mejor que leer la carta del obispo con motivo del día 7 de octubre. Otro gallo habría cantado si esa publicación la hace el obispo de Pamplona hace 30 años.
¿Qué actividades tenéis previsto desarrollar en el Día Mundial del Trabajo Decente y en los próximos meses?
Ganas de trabajar tenemos, y muchas, pero imaginación poca. Lo que hemos hecho ha sido coger los documentos que nuestro compañero Antonio Aranda, como director de la Pastoral del Trabajo, nos envió. Cogimos la vigilia que nos propuso, la adaptamos un poco y se la presentamos al obispo para que el día 6 oficie esta vigilia.
Antonio nos envió también, un manifiesto para divulgar. Lo recortamos un poco, porque para leerlo en las misas era un poco largo –así nos lo dijo el obispo– y lo enviamos a todas las parroquias y medios.
Por último, para el día 7 hemos acordado una charla-coloquio con dos ponencias. La primera de Imanol Zubero, doctor en Sociología y profesor titular en la Universidad Politécnica del País Vasco con el tema “Nuevas vulnerabilidades en el mundo del trabajo: nuevas sensibilidades y respuestas” y la segunda de Maite Valdivieso, militante de la HOAC: ” Las respuestas desde el mundo de la fe”.

Periodista.
Militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Málaga