La reducción de jornada reduce la factura del transporte

La reorganización del tiempo de trabajo, incluida su reducción, puede suponer también un ahorro innegable en transporte y hasta evitaría muchas muertes en los trayectos de ida y vuelta al trabajo.
Hay muchas razones para defender la reducción del tiempo de trabajo. Algunas son de índole moral, en aplicación de los principios de justicia y equidad, otras sencillamente humanas, por el impacto positivo en la integridad y calidad de vida de las personas.
Las más controvertidas sin embargo parecen las cuestión prácticas y puramente económicas: sus costes. Un nuevo estudio sindical, en este caso, referido a Cataluña, ofrece una visión poco tenida en cuenta: su contribución a la disminución los gastos y consecuencias, a veces fatales, del continuo ir y venir para cumplir con los horarios laborales.
Solo en 2024 murieron 33 personas y más de 200 personas más sufrieron heridas graves en los desplazamientos al trabajo. En conjunto, un tercio de los accidentes graves y las muertes se registraron en los trayectos de ida y vuelta al trabajo o en los desplazamientos por motivos laborales. Unas jornadas de trabajo más cortas y concentradas –también el teletrabajo— evitaría muchos de los accidentes viales que ocurren cada jornada laboral.
Pero es que, además, supondría un ahorro en transporte para todos, no solo la población trabajadora y las empresas, también para el medio ambiente que vería reducido la emisión de gases invernadero y el consumo de recursos naturales y la administración que podría reducir las facturas por mantenimiento de las infraestructuras y la reparación de los daños causados.
Las personas trabajadoras de Cataluña dedican de media 4,3 horas semanales a los trayectos de ida y vuelta, más de 200 horas al año. En los territorios y comarca con peor red de transporte público puede llegar a superar las 12 horas semanales.
El estudio “El coste de ir al trabajo” de UGT de Cataluña cifra en 300 euros a la semana el gasto máximo en que llega a incurrir un trabajador a la semana (el mínimo serían 20 euros de quienes van a pie)
Los costes ambientales y el daño público, externalidades negativas como contaminación, ocupación del espacio público, accidentes, efecto barrera…, llegan a 150 euros a la semana por cada persona que va y viene de su puesto de trabajo en vehículo privado.
Desde esta perspectiva, la reorganización de la jornada laboral y la ampliación del teletrabajo aparece como “la medida que más puede beneficiar tanto a las personas trabajadoras como a la sociedad y a la capacidad del sistema de absorber una movilidad creciente”.
El secretario de movilidad de UGT Cataluña, Jordi Muñoz, en la presentación del informe, se mostró partidario de reforzar la línea ferroviaria de Barcelona, mejorar las frecuencias de los autobuses interurbanos, especialmente los que conectan a polígonos industriales y municipios de una misma comarca.

Redactor jefe de Noticias Obreras