La pastoral del trabajo alienta parroquias cercanas y solidarias abiertas a los barrios y el mundo obrero

La pastoral del trabajo alienta parroquias cercanas y solidarias abiertas a los barrios y el mundo obrero
La nota final del IV Seminario Mons. Antonio Algora organizado por el Departamento de Pastoral del Trabajo recoge su intención de ayudar y animar a impulsar parroquias más cercanas y solidarias, abiertas a las realidades de los barrios y la realidad laboral.

La jornada, a la que asistieron un buen número de militantes obreros cristianos y agentes de la pastoral del trabajo, así como los responsables de la pastoral obrera de toda la Iglesia, incluido el obispo responsable, Abilio Martínez, sirvió para debatir sobre cómo la este área pastoral específica puede reforzar la acción misionera de las comunidades parroquiales.

Personas implicadas en los departamentos diocesanos, equipos parroquiales, movimientos y organizaciones eclesiales de 17 diócesis mostraron su disposición a trabajar junto con las comunidades parroquiales “en la construcción de una Iglesia en salida”, semejantes a “hospitales de campaña”.

Para ello, según reza la nota final, se propone crear “lazos” para colaborar con “las organizaciones que en su territorio trabajan por el bien común” y compartir “las alegrías y tristezas que viven las personas de nuestros barrios y pueblos”.

Las diferentes instancias implicadas en la acción evangelizadora de las realidades laborales consideran fundamental profundizar con las parroquias en el “acompañamiento de las situaciones de exclusión”, teniendo muy en cuenta “las dificultades habitacionales, la falta de dotaciones públicas, la realidad de desempleo, la precariedad…”

Igualmente, personas, movimientos y entidades cristianas insertas en el mundo obrero reconocieron la llamada a participar dentro del Pueblo de Dios reunido en torno a las iglesias locales, con la acogida de “las familias migrantes”, pero también con las muestras de solidaridad “en los conflictos y luchas laborales o vecinales, etc.”, para seguir “siendo testimonio de la esperanza”.

A través de las diversas ponencias y debates, y la comunicación de algunas vivencias concretas en comunidades parroquiales, las persona asistentes pudieron reflexionar sobre su participación en la misión general de la Iglesia y las oportunidades que en la actualidad se abren para llevar la buena noticia allí donde se reúnen las familias trabajadoras para celebrar su fe y desarrollar su compromiso.

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En este sentido, la nota final subraya que el documento del que se han celebrado ya 30 años “La Pastoral Obrera de toda la Iglesia” invita a construir comunidades parroquiales cercanas y solidarias.

“Si la parroquia es la Iglesia que se encuentra entre las casas de los hombres y mujeres, ella vive y obra entonces profundamente injertada en la sociedad humana e íntimamente solidaria con sus aspiraciones y dramas”, se insiste.

La pastoral obrera, en estrecha colaboración con las parroquias, quiere intensificar el servicio de la Iglesia a la humanidad, concretado en las iglesias particulares, por lo que hace suyas las palabras del propio papa León XIV en su alocución a la curia romana, cuando dijo que “debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, en diálogo, siempre abierta a acoger con los brazos abiertos a todos”.

El comunicado final del seminario Antonio Algora actualizó así expresamente “su “compromiso con la renovación de nuestras comunidades parroquiales y unidades pastorales, desde la escucha, la acogida, la cercanía y el acompañamiento a los hombres y mujeres del mundo obrero y sus familias”.