Cristianas y cristianos de Málaga llaman a actuar ante la crisis ecológica y social

Cristianas y cristianos de Málaga llaman a actuar ante la crisis ecológica y social
La Plataforma Ecosocial Laudato si’ de Málaga urge a pasar a la acción, levantando la voz frente a la degradación ecológica, el modelo de consumo dominante y la creciente exclusión social

Este espacio eclesial en el que suman sinergias parroquias y movimientos diocesanos, ha concluido la semana Laudato si’ de este año, que además coincidía con el décimo aniversario de la publicación de la encíclica del papa Francisco.

En su comunicado de conclusiones en el que lanza una firme interpelación al conjunto de personas y de la sociedad, ante el deterioro de la casa común. Los compromisos “ha sido insuficiente para atajar los graves problemas ambientales y sociales que amenazan la vida tal y como la conocemos”, ha alertado.

La plataforma malagueña, formada por personas y comunidades cristianas comprometidas con la ecología integral, subraya la urgencia de pasar a la acción, transformar nuestros estilos de vida y alzar la voz frente a un modelo que amenaza la vida del planeta y excluye a los más débiles.

Según recoge el texto, los síntomas del deterioro ecológico “son ya palpables en todos los rincones de la Tierra”. A ello se suma el agravamiento de múltiples crisis humanas: “La pobreza, el hambre crónica, las guerras…, lejos de resolverse, se han agravado”.

La plataforma menciona expresamente la devastación de los grandes ecosistemas como el Amazonas, la taiga o los océanos, y recuerda el sufrimiento de los pueblos que padecen conflictos armados, como Ucrania, Palestina, Sudán o el Congo. “Hoy, cuando el reino parece estar un paso más lejos, la voz de los cristianos, valiente y comprometida, es más necesaria que nunca”.

“Caminar significa actuar, no ser sujetos pasivos”

Inspirada por Laudato si’, la Plataforma subraya que “la Iglesia nos pide que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza”, señala. Sin embargo, esa esperanza no es inacción, sino un motor que debe impulsar a comprometerse: “Caminar significa actuar, no ser sujetos pasivos o indiferentes”, aseveran.

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El texto alerta de la urgencia histórica del momento presente. “Somos la última generación que tiene la posibilidad de cambiar el rumbo suicida que nos guía. Nuestros actos, lo que hagamos o dejemos de hacer, tendrán una huella muy profunda, para bien o para mal, en la siguiente generación”, recuerdan.

Ante esta responsabilidad, la plataforma llama tanto a la conversión personal como a la implicación pública: “Tenemos que mejorar en nuestro día a día, en los pequeños gestos, en los actos cotidianos. Todo cuenta. Pero también debemos alzar la voz. Denunciar y oponernos a los atropellos y la locura de una sociedad de consumo que descarta a los hermanos más débiles y expolia los recursos que la Casa Común nos regala a todos para llevar una vida digna y plena”.

“Es hora de cambiar el mundo, empezando por nuestra casa. Saliendo a la calle, al barrio, a la parroquia, a la ciudad, sin miedo, sabiendo que Jesús está con nosotros en cada paso que demos, pasos que nos acercan al reino”, concluyen.