Una de cada cinco familias con hijo son trabajadores pobres

Tener empleo no garantiza ingresos suficientes para cubrir adecuadamente las necesidades básicas al 11,7% de las personas trabajadoras. Porcentaje que aumenta en función del número de hijos e hija de cada familia.
El 17% de las familias con hijos e hijas a cargo viven en la pobreza, mientras que las familias numerosas en la misma situación ascienden al 35,5%. Las familias monoparentales trabajadoras en exclusión representan el 32%.
En hogares con menores donde conviven dos personas adultas, pero solo una trabaja, sube hasta un 33% si hay un hijo, hasta un 38% con dos hijos y hasta un 63% si hay tres o más hijos. Si ambos adultos trabajan, la pobreza alcanza al 6,3% en hogares con un hijo, hasta el 8,9% si hay dos y hasta el 14,7% si hay tres o más.
Así lo ha revelado el informe de Save The Children Cuentas que no salen. Radiografía de la pobreza laboral en los hogares de España, elaborado con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) de la Seguridad Social.
El porcentaje de familias trabajadoras pobres se debe a dos factores principales: los “salarios insuficientes y la intensidad en el empleo”, según la ONG.
Aunque las diferentes subidas del salario mínimo interprofesional han contribuido a un número importante de familias salir de la pobreza, su efecto positivo se ha centrado sobre todo en trabajadores con un contrato a jornada completa que logran estar empleado la mayor parte del año.
De modo que “la parcialidad y la discontinuidad en el empleo” no aseguran ingresos para costear una vida normalizada. Trabajar pocas horas, de forma parcial o intermitente no da para mantener una familia.
Esta situación cada vez es más común, de hecho, casi la mitad de quienes trabajan menos de 180 días al año tienen contratos temporales de manera habitual.
Sin embargo, el 65% de las personas que logran trabajar entre 180 y 300 días al año consiguen superar el umbral de la pobreza, lo que deja a un 35% de personas con empleo regular por debajo.
Las conclusiones de este estudio coinciden con otras muchas investigaciones que vienen planteado que el empleo ha dejado funcionar como garante de condiciones de vida digna, debido a la sustitución de empleos de calidad y con derechos, asociados al sector industrial y otras ramas productivas de gran valor añadido, la aparición de nuevas formas de negocio basada en costes salariales bajos y el aumento del coste de la vida.
«El problema principal de la familia está en la desigualdad social y en la precariedad», apuntaba Fernando Vidal, director de la Cátedra Amoris Laetitia de la Universidad Pontificia Comillas, de modo que «el hipercapitalismo lleva a retrasar exageradamente el matrimonio y el primer hijo y se produce un retraso de todo el ciclo vital». Por eso, el Vidal, apunta que «nos han metido en una dinámica en la que, si tienes un hijo, en el trabajo se entiende como una provocación».
El modelo actual de relaciones laborales surgido de la globalización neoliberal y la financiarización de la economía está teniendo un impacto en el modelo de sociedad y en la familia.
Decía Alfonso Alcaide que «la precariedad y la flexibilidad han cambiado y moldeado la relación fundamental que existe entre persona, familia y sociedad», hasta el punto que disueltos los vínculos históricos, solo quedan “individuos y mercado”.
Colectivos más precarios
Jóvenes, mujeres y migrantes aparecen como los colectivos más expuestos a engrosar las filas de trabajadores pobres.
Apenas el 12,5% de las personas de entre 16 y 29 años que han trabajado en el último año escaparon de la pobreza. El 24% de ellos está empleado más de medio año o con medias jornadas.
La falta de empleo estable y continuo de las personas jóvenes obstaculiza su emancipación y su acceso al mercado de la vivienda.
En el caso de las mujeres, la parcialidad se ha convertido en un factor de riesgo de su integración en la sociedad. Mientras que 806.400 hombres disponen de un empleo a tiempo parcial, la cifra se eleva a más de 2.250.000 para las mujeres. De las mujeres con contrato parcial, casi 400.000 señala el cuidado de hijos o adultos como motivo, en comparación con 30.000 hombres en la misma situación. Además, el 74% de los empleos a jornada parcial están ocupados por mujeres.
La nacionalidad lastra también la incorporación laboral. Una de cada cinco personas en situación de pobreza laboral es extranjera, mientras que solo uno de cada diez trabajadores que logran salir de la pobreza son extranjeros.
Empleo de calidad, conciliación y protección social
Save the Children considera necesario mejorar la calidad del empleo, a través de incentivos a empresas, formación y recualificación, flexibilidad horaria y actualización de las políticas activas de empleo con perspectiva de familia e infancia.
Además, propone mejorar las condiciones de conciliación, mediante la compensación de la reducción de la jornada por cuidados, el aumento de los permisos por nacimiento o el desarrollo de programas públicos de cuidados.
En el ámbito de la protección social reclama la puesta en marcha de una prestación universal a la crianza y la mejora de acceso a prestaciones focalizadas como el complemento de ayuda a la infancia.
En el ámbito eclesial, Fernando Vidal considera que «la familia necesita que se escriba su Rerum novarum». Es decir, que al igual que León XIII escribió hace 134 años su célebre encíclica sobre la cuestión obrera, «tenemos que luchar por las condiciones laborales y desarrollar una nueva ética laboral capaz de incorporar la familia dentro de las empresas».
«Tenemos que luchar por las condiciones laborales y desarrollar una nueva ética laboral capaz de incorporar la familia dentro de las empresas», dice Vidal, en un planteamiento que recuerda la reflexión de Alcaide sobre el futuro de la pastoral obrera.
«La gran pregunta entonces es si la labor de la pastoral obrera debería orientarse hacia la humanización de las familias obreras en sus múltiples formas y situaciones. El papa Francisco dice en Fratelli tutti 81 que «la propuesta es la de hacerse presentes ante el que necesita ayuda, sin importar si es parte del propio círculo de pertenencia», se puede leer en el Tema del Mes dedicado a esta cuestión.

Redactor jefe de Noticias Obreras