León XIV pide orar por una Iglesia sinodal y la paz en todo el mundo
El cardenal Robert Francis Prevost ha sido nombrado el papa número 267 por los 133 cardenales reunidos en el segundo día del cónclave, a los que les han bastado cuatro votaciones para alcanzar el acuerdo necesario. Ha elegido para su pontificado el nombre de León XIV.
En sus primeras palabras, el agustino nacido en Chicago EEUU, ha saludado a la multitud la expresión “la Paz esté con todos vosotros”, evocando así el saludo de Cristo resucitado”, al que ha relacionado con “una paz desarmada y una paz desarmante y también perseverante que proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente”, ha declarado.
Ha mencionado al papa Francisco y utilizado muchas de sus expresiones y acentos de su predecesor, “todavía conservamos en nuestro oídos esa voz débil pero siempre valiente, del papa Francisco que bendecía a Roma”, ha pronunciado.
“Quisiera que este saludo de paz llegara a todos vosotros, a todas las personas, a toda la tierra” haciendo luego un llamamiento a la Iglesia a “construir puentes y promover el encuentro”, ha continuado desde el balcón de la basílica de San Pedro.
El papa León XIV ha subrayado que “estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, seguimos unidos mano a mano con Dios para que vayamos adelante la humanidad necesita de él como el puente para ser alcanzado por el amor de Dios. Ayúdennos también ustedes, los unos a los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz”
León XIV ha animado a seguir construyendo “una iglesia misionera que abra puentes, diálogos, presencia y amor”. “Queremos ser una Iglesia sinodal, que camina y busca siempre la paz, la caridad y estar cercanos a aquellos que sufren”, ha referido.
También se ha acordado de su querida diócesis de Chiclayo (Perú), “un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe para seguir siendo la iglesia fiel de Jesús”. donde ejerció como obispo, ha afirmado en español.
Ha terminado su primera intervención desde el balcón de la basílica de San Pedro pidiendo a la multitud orar juntos por “esta nueva misión por toda la iglesia y la paz en el mundo” para a continuación encomendarse a la Virgen de Pompeyo, advocación mariana de origen italiano, muy venerada también en Perú, especialmente por comunidades de fuerte tradición católica y cercanas a la espiritualidad dominica y mariana y dar paso al rezo del Ave María.
Redactor jefe de Noticias Obreras
