La brecha entre productividad y salarios: el dato que apunta a una jornada laboral más corta

Un informe sindical señala que la productividad de las personas trabajadoras ha crecido mucho más que sus sueldos, lo que refuerza la viabilidad de reducir la jornada laboral sin pérdida salarial
Las empresas en España han arrancado este año 2025 con beneficios altos. Así lo revela el último informe de CCOO, que analiza los márgenes empresariales con datos de la Agencia Tributaria y el Banco de España. Aunque los datos apuntan a una ligera moderación, los márgenes siguen siendo notablemente mayores que la media de los últimos años mientras que los salarios siguen por debajo de los niveles anteriores a la crisis inflacionaria.
En concreto, las empresas han obtenido este primer trimestre un margen bruto del 11,7% y un valor añadido sobre ventas del 23,4%. Ambas cifras están por encima de los promedios registrados entre 2009 y 2021, que fueron del 10,5% y 21,9% respectivamente.
El informe también destaca que los costes de producción han aumentado más que las ventas: las compras han subido un 5,6% y los salarios un 5%, mientras que las ventas crecieron un 4,5%. A pesar de ello, los márgenes siguen siendo altos gracias al desfase generado tras el pico de inflación, cuando los costes bajaron pero los precios se mantuvieron.
El estudio señala que los salarios han empezado a recuperar parte del terreno perdido durante la crisis de inflación, pero todavía no han alcanzado los niveles de participación en la riqueza empresarial que tenían antes de 2021.
Por sectores, bajan ligeramente los márgenes en la industria y la energía, mientras que aumentan en turismo, restauración, alimentación y sector inmobiliario. Es decir, las actividades más ligadas al consumo interno y la vivienda son las que más están ganando en esta fase.
Desigualdad en el reparto de la riqueza
Uno de los datos más relevante del estudio es la evolución de la productividad —lo que se genera por cada persona que trabaja—: desde 2018, la riqueza generada por cada persona trabajadora ha crecido un 42%, pero su salario medio solo ha subido un 31%. Mientras tanto, los beneficios empresariales por trabajador se han disparado un 55%.
Esto revela una clara desigualdad en el reparto de la riqueza. Los beneficios de las empresas se consolidan, pero la mejora no llega con la misma fuerza a las familias trabajadoras. En este sentido, el sindicato asevera que “las personas asalariadas están produciendo más, pero no reciben en proporción lo que generan”, explica el informe, señalando que “urge cerrar la brecha entre productividad y salarios”.
Esta situación no solo es injusta, sino que también ofrece una clave para el debate sobre uno de los temas centrales de la legislatura: la reducción de la jornada laboral. El incremento de la productividad hace posible trabajar menos horas sin reducir los salarios, ya que se está produciendo más en menos tiempo. El informe, aunque no lo plantea explícitamente, ofrece datos que respaldan esta posibilidad. Una jornada más corta puede ser un camino eficaz para reducir esa brecha.
Actualmente, el proyecto de ley para reducir la jornada máxima ordinaria a 37,5 horas semanales está en en el debate parlamentario, un camino que se aventura complicado para alcanzar la mayoría necesaria –el bloque neoliberal: PP, VOX y Junts, rechazan la propuesta–. Los sindicatos han defendido que esta medida es justa, viable y necesaria, mientras que la patronal la rechaza desde el minuto uno de la negociación del diálogo social. Desde el Gobierno se insiste en que el apoyo ciudadano —incluida la Iglesia–, el acuerdo con los sindicatos y los datos económicos respaldan este cambio.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)