Acción europea contra los “frutos amargos” de la explotación laboral

A primeros del próximo mes de junio arranca una campaña europea contra la explotación de las personas trabajadoras temporeras en las campañas agrícolas inspirada en el documental Frutos Amargos (The Pickers) dirigido por Elke Sasse y estrenado en Alemania en 2024
La película, que recoge el testimonio de personas migrantes que recogen a diario frutas y hortalizas en condiciones precarias en países como España, Italia, Grecia o Portugal, será proyectada en varios puntos de la geografía española con el fin de dar a conocer la realidad de la fruta barata disponible todo el año en los supermercados de Europa y alentar el debate para promover un modelo de producción agrícola más justo, compatible con los los derechos humanos y laborales.
“Queremos fruta y verdura barata, todo el año. No hay problema. Los recolectores cumplen, pero pagan el precio por nosotros”, se escucha en el documental, que trata de advertir a la ciudadanía de la trascendencia de las decisiones de consumo y el impacto del sistema que las permite y fomenta.
“Puedo recoger, puedo levantar cajas pesadas. Puedo recoger naranjas, aceitunas, nueces, fresas. Incluso piedras si es necesario”. Así se presenta Bahija, una trabajadora marroquí que cada año viaja a Huelva con un contrato temporal para la recolección de fresas.
Su historia forma parte de Frutos Amargos, una investigación periodística que recorre los campos de Europa donde se cultivan las frutas y verduras que llenan nuestros supermercados.
Bahija es una de las 15.000 mujeres marroquíes que llegan cada año a la provincia de Huelva con visado, permiso de residencia temporal y alojamiento incluido en el contrato. Pero como ella misma reconoce, “cuando hay controles no podemos decir que no todo está bien”.
Las condiciones laborales, a pesar del marco legal, siguen marcadas por la precariedad, el miedo y la falta de protección efectiva.
En total, se estima que más de un millón de migrantes trabajan actualmente en los campos de Europa, desde los arándanos en Portugal hasta las aceitunas en Grecia, incluidos los invernaderos de Almería y Huelva.
Muchos lo hacen sin contrato, sin salario mínimo, sin papeles o endeudados con intermediarios. Son la mano de obra móvil que sostiene la abundancia de los mercados europeos, pero que rara vez aparece en los discursos institucionales.
Frutas y verduras con raíces en la explotación
“Lo que vemos añade un sabor amargo a lo que comemos cada día: nuestras frutas y verduras diarias tienen su raíz en un sistema de explotación”, reconocen sus productores que se preguntan si no hay salida a este sistema. “Sí la hay: Pape, de Senegal, produce naranjas justas en el sur de Italia: “¡No queremos que nos vean como revolucionarios, queremos que esto sea la nueva normalidad!”, responden ellos mismos.
Personas vinculadas a la campaña recorrerán Europa participando en proyecciones y encuentros en distintas ciudades, a partir del 2 de junio. En España, Oxfam Intermón se ha sumado a esta campaña.
Más de 25 ciudades y pueblos en el Estado español, entre ellas, Girona, Sabadell, Sevilla, Alicante, Murcia, Castellón, Madrid, Valencia, Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Burgos, Jerez de la Frontera o Cuenca, ya han programado actividades relacionadas con la campaña.
Entidades y grupos pueden todavía organizaciones de sensibilización en torno a esta cuestión, para lo cual se puede solicitar los permisos necesarios para la proyección del documental y según la disponibilidad contar con la presencia de expertos y activistas para animar los coloquios posteriores.

Redactor jefe de Noticias Obreras