¿Se podría haber evitado?

¿Se podría haber evitado?

El pasado viernes, 4 de abril, saltó de nuevo la noticia: 3 trabajadores fallecían dentro de una nave agrícola en el Cortijo El Sequero en Coria del Río (Sevilla)

La borrasca “Nuria”, parece que decidió formar allí un tornado que se llevó toda la cubierta de la nave donde estaban Vicente y José G. M., hermanos de 59 y 61 años respectivamente, y José Luis V. V. de 40 años.

Esta ha sido una semana muy trágica para el mundo del trabajo en nuestro país. A este suceso se suma la trágica muerte de 5 mineros en Asturias… y más casos que no resultan tan mediáticos como estos.

Pero volviendo a la nave de Coria del Río, quienes damos vida a AVAELA (Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía) queremos manifestar:

  • Que, aunque es sabido que un tornado puede provocar destrozos impredecibles, es muy importante comprobar en qué estado se encontraba esa nave. No es la primera vez que trabajadores y trabajadoras desarrollan su jornada laboral en instalaciones con un defectuoso estado de mantenimiento.
  • Que era ampliamente conocido que ese día íbamos a sufrir muy mal tiempo. Igualmente, era público, ampliamente difundido, que la AEMET había declarado alerta amarilla por viento y lluvia.
  • Que está en vigor el Real Decreto 4/2023, que obliga a adaptar la jornada laboral a la climatología mediante la modificación de lugares y horarios de trabajo e incluso, si es necesario, suspendiendo la actividad laboral. Esta norma, famosa por su aplicación contra la calor extrema, está pensada para cualquier tipo de inclemencia meteorológica, incluidos los temporales.

Por tanto, conociendo todo esto, nos preguntamos: ¿Por qué estaban allí estos compañeros? ¿Por qué tuvieron que correr ese riesgo mortal, ignorando la aplicación de la ley?

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Por todo ello, nosotros, nosotras, el colectivo de víctimas de la Siniestralidad Laboral en Andalucía exigimos:

  • Que se investigue este caso hasta el final.
  • Que quien ha ignorado su obligación de proteger la salud de sus trabajadores responda ante la ley.
  • Que la autoridad competente vele, con la mayor celeridad posible, por el cumplimiento de todas y cada una de las normas en materia de prevención de riesgos laborales que, como sociedad, nos hemos dotado.

En Andalucía ya hemos sufrido 24 muertes en el trabajo en lo que llevamos de año. Por eso, queremos hacer un llamamiento a la sociedad andaluza: para que abramos los ojos y caigamos en la cuenta de la gravedad del problema, tanto por la cantidad de personas afectadas, como por el inmenso dolor que provoca; para que forcemos a la Administración y a los agentes sociales a trabajar decididamente por erradicar esta lacra y, en definitiva, para que honremos la memoria de tantas personas muertas en el trabajo, evitando que un ámbito de vida se convierta en espacio de enfermedad y muerte.

De nosotros y nosotras depende.