Piden más concreción y ambición en la actualización de la ley de prevención de riesgos laborales

Tras más de un año de intercambios de opiniones, el Ministerio de Trabajo ha presentado a los agentes sociales una primera propuesta de actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que los sindicatos entienden tiene “margen de mejora”.
El secretario de Salud Laboral de CCOO, Mariano Sanz, ha destacado el hecho de que “tenemos por primera vez un texto completo”, con algunos avances, como una nueva definición de los riesgos laborales, la incorporación de la perspectiva de género y la especificación del “derecho a la desconexión digital”.
Ante el incremento de la siniestralidad laboral, la secretaria de Salud Laboral de UGT, Patricia Ruiz, ha urgido a “acometer esta mesa con mayor concreción, con mayor valentía y con mayor necesidad de aterrizar los problemas reales a la normativa que nos protege a toda la clase trabajadora”.
La propuesta plasmada en un borrador restringe la posibilidad de que las personas empleadoras asuman personalmente las obligaciones preventivas. De entrar en vigor, solo lo podrán llevar a cabo en empresas de diez o menos trabajadores, y no de 25 como ocurre en la actualidad.
También se pretende la implantación de dos delegados de prevención en empresas que tengan 31 o más trabajadores, cuando ahora la obligación afecta a las plantillas formas por 50 o más empleados.
Es más, “las empresas facilitarán a las personas delegadas de prevención y a los miembros del comité de seguridad y salud una formación adaptada a cada sector de actividad para el adecuado ejercicio de sus responsabilidades preventivas”, añade la norma.
Si actualmente se entiende el riesgo como cualquier característica que pueda “tener una influencia significativa” que amenace la salud de la persona trabajadora, la futura ley contemplará “cualquier característica susceptible de afectar tanto al bienestar y la salud física o mental de las personas trabajadoras como al desarrollo del trabajo”.
Igualmente asumirá como daños derivados del trabajo, “las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo” que “sean susceptibles de afectar a los ámbitos físico, fisiológico, cognitivo, emocional, conductual o social”.
Incluye el cambio climático y las catástrofes naturales
La propuesta inicial del Ministerio incluye también las consecuencias del cambio climático y las catástrofes naturales, al contemplar que “en el caso de catástrofes y otros fenómenos meteorológicos adversos, se considerará que existe riesgo grave e inminente para las personas trabajadoras cuando sea probable racionalmente que se materialice al acceder al centro de trabajo o al transitar por las vías de circulación necesarias para acudir al mismo”.
En principio, serán consideradas “las diferencias existentes entre hombres y mujeres que puedan producir una exposición desigual a riesgos laborales, como del distinto impacto que tienen o puedan tener dichos riesgos en su salud física y mental de los hombres y las mujeres”, así como el factor de la edad, “que pueda ocasionar una exposición desigual a riesgos laborales”.
La nueva ley reforzará la idea de que el derecho a la protección “supone la existencia del correlativo deber de la empresa de protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos laborales de seguridad, higiene, ergonomía y psicosociología, así como a sus interacciones”.
El borrador, además, plantear la adaptación de las condiciones de trabajo tras una baja laboral, reforzar la vigilancia de la salud y la implantación de las medidas preventivas correspondientes.
La nueva norma propone la realización de “estudios epidemiológicos que permitan identificar la distribución de patologías laborales en la población trabajadora”, así como “la inclusión de variables laborales en las bases de datos sanitarias, especialmente en el Sistema Nacional de Salud” y aboga por promover la especialidad de medicina del Trabajo y enfermería del Trabajo.
El sindicalista de CCOO, Sanz ha considerado positiva la dirección que han tomado las deliberaciones en la mesa del diálogo social, aunque ha admitido que todavía hay “margen de mejora”, en especial, para dotar de recursos a las empresas para la integración de la actividad preventiva y para implantar la figura del delegado territorial de prevención.
Su compañera de UGT, Ruiz, ha pedido mayor “concreción de las medidas preventivas” al reconocer que el texto presentado, “decepcionantemente, no cubre todavía con esa concreción necesaria para proteger a las personas trabajadoras que año tras año, mes tras mes, siguen incrementándose.

Redactor jefe de Noticias Obreras