La reducción de la jornada laboral, el derecho a la desconexión digital y el registro de jornada, los tres temas claves del acuerdo entre Gobierno y sindicatos
Gobierno, CCOO y UGT firman, este viernes a las 11h, el acuerdo de anteproyecto de ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo a 37,5h a las semana, el registro de jornada y el derecho a la desconexión
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, firmará este viernes, en la sede del Ministerio de Trabajo y Economía Social, con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, el acuerdo de anteproyecto de ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo a 37,5 horas a la semana, el registro de jornada y el derecho a la desconexión que buscan mejorar la calidad del empleo y cuidar la vida laboral y personal.
Con la firma de este acuerdo, del que se autoexcluye la patronal, concluye una primera fase de la negociación para la reducción de la jornada laboral que ha durado 11 meses y que en su fase final se han producido tensiones entre los ministerios de Economía y Trabajo, especialmente desde el martes, cuando el acuerdo ya era vox pópuli.
Comienza ahora una nueva fase, a todas luces más complicada, cuyo primera etapa será su paso por el Consejo de Ministros para convertir la firma de este acuerdo político en rango de real decreto ley. A esto, le seguirá un proceso parlamentario para validarlo como ley que, en la actualidad, cuenta con una mayoría conservadora contraria a su aprobación.
El anteproyecto de ley, al que ha podido acceder Noticias Obreras, propone una serie de medidas para reducir la jornada laboral ordinaria, mejorar el registro de la jornada y garantizar el derecho a la desconexión digital. El acuerdo excluye las ayudas e incentivos económicos que el Ministerio había propuesto para las empresas, en el llamado plan pyme 375.
En relación a la duración de la jornada, se establece un máximo de 37,5 horas semanales en promedio anual, con aplicación a partir del 1 de enero de 2025. Los convenios colectivos tendrán hasta diciembre de ese año para adaptar la jornada a esta nueva normativa.
El derecho a la desconexión digital, definido como irrenunciable, garantiza que las personas trabajadoras no sean contactadas fuera del horario laboral, salvo en casos excepcionales que impliquen riesgos graves.
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En paralelo, se introduce la obligatoriedad de mantener un registro digital fiable y accesible que documente las jornadas ordinarias, extraordinarias y complementarias. El incumplimiento de esta obligación implicará sanciones –un tema que puede ampliarse en la tramitación– y la presunción de que los contratos a tiempo parcial son jornadas completas, salvo prueba de lo contrario.
El acuerdo también incluye salvaguardas para que la reducción de jornada no afecte las retribuciones ni los derechos laborales previamente adquiridos, asegurando que los contratos a tiempo parcial respeten la proporcionalidad en las condiciones laborales.
El texto también contempla la creación de una mesa de diálogo social para evaluar los efectos de estas medidas y explorar nuevas reducciones de jornada en función de la productividad y las características de cada sector.
Finalmente, se plantea ajustar el cálculo del salario mínimo interprofesional para alinearlo con la nueva jornada laboral, garantizando su proporcionalidad.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)