La ministra de Trabajo defiende que la reducción de la jornada laboral supone “democratizar el tiempo”

La ministra de Trabajo defiende que la reducción de la jornada laboral supone “democratizar el tiempo”
El Ministerio de Trabajo y los sindicatos CCOO y UGT han escenificado hoy la firma del acuerdo para reducir la jornada máxima laboral a 37,5 horas en 2025 sin reducción salarial, junto con el derecho a la desconexión y la creación del registro horario digital accesible para la Inspección de Trabajo

Aunque la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha tratado con la mayor solemnidad posible el pacto alcanzado con los sindicatos, no está del todo claro que cuente con el respaldo parlamentario necesario para su puesta en marcha.

No obstante, Díaz ha resaltado que se trata de “un avance civilizatorio que hace progresar a nuestro país” y ha recordado que la jornada laboral máxima no se ha reducido desde 1983, mientras que “en estos 40 años, la productividad por hora trabajada ha crecido por encima del 50%”.

“Ha llegado ya la hora de repartir la productividad y repartir un poquito más a favor de la gente trabajadora de nuestro país”, ha insistido la ministra de Trabajo, quien ha defendido vehementemente que la reducción horaria debe alcanzar a los 12 millones de personas trabajadoras en nuestro país que todavía tienen una jornada laboral superior a las 37 horas y medio a la semana, para evitar que haya trabajadores de primera y de segunda.

“Tiene que llegar a las cajeras de los supermercados, a las dependientas, a las trabajadoras del cuidado o a las empleadas del hogar, a los camareros, a la gente de la limpieza”, ha dicho Díaz.

Consciente de la dificultad para que el acuerdo se incorpore al Estatuto de los Trabajadores ha explicado que “hoy continuamos con la tramitación de la norma, sale a consulta pública para que se apruebe cuanto antes en el Congreso y en el Senado, para que antes de acabar el año 2025, quienes tengan una jornada de 40 horas ganen media hora de vida más al día”.

Díaz ha defendido que “reducir la jornada laboral no es una medida económica, como piensan algunos. Una más. No es verdad. Es construir un país mejor”, aunque ha argumentado que “mejora la productividad” y ha pronosticado que “la economía crecerá”.

Además, ha resaltado que “este acuerdo no es el final de ningún camino, sino el inicio de la transformación para democratizar el tiempo, por lo que ha recordado que “las personas en nuestro país, da igual lo que voten, nos están esperando”. Para Díaz, por tanto, apoyar este pacto es “estar del lado de la gente trabajadora, de sus familias, de un futuro mejor para todos y todas”.

“Hoy empezamos a recuperar lo más valioso que tenemos, el tiempo. Tiempo para vivir, para descansar, para leer, para pasear, para compartir…”, ha resaltado.


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Movilización sindical

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha empezado su intervención planteando que “no se puede otorgar derecho de veto a nadie en las negociaciones del marco del diálogo social”, en referencia a las organizaciones empresariales que han optado por retirarse de esta negociación.

Aunque, desde su punto de vista, “es mejor y es más efectivo los acuerdos tripartitos en materia de jornada laboral”, los sindicatos han logrado superar el bloqueo y “resolver un acuerdo directamente con el Gobierno e instar a tramitación parlamentaria de ese acuerdo de Gobierno”.

Por ello, Sordo ha anticipado que su organización hará un seguimiento de la “tramitación parlamentaria”, que ya tendrá que producirse en el año 2025, sabiendo que la CEOE “va a presionar y va a trabajar con los grupos”.

Es más, dado que “no es imposible que la aprobación de esta norma acabe siendo bloqueada en las Cortes Generales”, su organización está dispuesta a llamar a la movilización si es necesario.

Eso sí, ha enmarcado este acuerdo, como la subida del salario mínimo interprofesional el refuerzo de la negociación colectiva, dentro de la configuración del “marco laboral que necesitamos para el siglo XXI”, superando así el modelo laboral desarrollado desde los años 60 del siglo pasado en base a precariedad laboral, largas jornadas y salarios bajos”.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha advertido que no se ha cerrado nada, sino que se abre “un proceso complejo” para lograr una amplísima mayoría en el Congreso de los Diputados” de modo que la “cámara refleje lo que refleja la sociedad”.

Como ya había hecho la ministra, Álvarez ha vuelto a recordar que “dos de cada tres ciudadanos y ciudadanas quieren que se produzca este proceso de reducción del tiempo de trabajo”, por lo que el acuerdo se sitúa en el “buen camino” de establecer “una jornada de trabajo más europea”.

El líder de UGT ha planteado incluso que las 37 horas y media máximas a la semana son un escalón, de “gran trascendencia”, que deberá servir para llegar “a esa jornada de 32 horas semanales, cuatro días a la semana” que viene defendiendo su sindicato.

Álvarez se ha dirigido directamente a la ministra de Trabajo para explicitar que la reducción del tiempo de trabajo ya forma parte de “los anhelos, de las esperanzas de los trabajadores y de los trabajadores de nuestro país”, independientemente del recorrido que puede tener este acuerdo en esta legislatura.