664 personas trabajadoras pierden la vida por la crisis de prevención y la falta de cuidado en el trabajo
664 personas trabajadoras han perdido la vida en el periodo comprendido entre enero y octubre, debido a la siniestralidad laboral provocada por el incumpliento de la ley en materia preventiva, según denuncian los sindicatos. El mundo del trabajo sufre una alarmante crisis de prevención y de cuidados. Una tragedia que se traslada al ámbito de las familias trabajadoras
En el período comprendido entre enero y octubre de 2024, la falta de prevención y cuidado en el trabajo se ha cobrado la vida de 664 personas trabajadoras, que salieron de sus casas para trabajar y nunca regresaron con sus familias. Solo en el último mes registrado, de septiembre a octubre, la siniestralidad laboral provocó la muerte de 111 personas, una cifra que subraya la gravedad de este drama humano y social. Además, los datos muestran un incremento alarmante en la siniestralidad grave, que afectó a 4.063 personas trabajadoras, mientras que la siniestralidad tanto con baja como sin baja laboral afectaron a cerca de un millón (530.675 y 466.639, respectivamente).
Esta cruda realidad, reflejada en la última estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social, pone de manifiesto una crisis persistente y dolorosa. No solo se trata del sufrimiento causado por muertes, heridas y enfermedades laborales, sino también de una tendencia al alza que agrava esta plaga de siniestros. Es urgente abordar esta crisis de seguridad y de cuidado en el mundo del trabajo, cuyas consecuencias se extienden al ámbito de las familias trabajadoras, que deben afrontar esta drama muchas veces en soledad.
Entre las principales causas de esta tragedia destacan choques y golpes con objetos en movimiento, caídas, aplastamientos, atrapamientos y amputaciones, que incluso ocurren en los trayectos de ida o vuelta al trabajo. “Estas causas son prevenibles, por lo que es imprescindible que las empresas cumplan con la legislación en materia preventiva”, denuncia la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT). “Puede sonar reiterativo, pero no nos queda más remedio que insistir en el deterioro de la prevención en las empresas españolas”, insisten desde Comisione Obreras (CCOO).
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“No son números, son personas”
La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, actualmente en proceso de reforma, establece en su artículo 14 que la responsabilidad última de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores recae en el empresario. Esto implica una serie de obligaciones clave: evaluar los riesgos laborales, planificar y aplicar medidas preventivas, proporcionar equipos de protección adecuados y ofrecer formación específica a las personas trabajadoras. Todo ello tiene como fin asegurar que las condiciones de trabajo sean seguras, y cumplan con la normativa vigente.
Sin embargo, la prevención en las empresas, tan necesaria para cuidar a los trabajadores y a las trabajadoras, se ha deteriorado gravemente, con trágicas consecuencias que se evidencian mes a mes, y que es parte del proceso de deshumanización del trabajo. “La vida con mayúsculas se juega hoy día, también, en los puestos de trabajo de nuestras empresas. El papa Francisco nos recuerda que ‘no son números, son personas’” denunció la pastoral del trabajo de la Iglesia española.
Las causas de esta crisis están vinculadas al excesivo recurso a la externalización de la prevención, una práctica derivada del aumento de la subcontratación. A ello se suma la falta de coordinación entre actividades empresariales y la implementación de modelos de gestión preventiva centrados únicamente en el cumplimiento de trámites administrativos. Estos modelos, en muchos casos, dejan de lado evaluaciones rigurosas de riesgos y la adopción de medidas preventivas realmente eficaces.
“Son cifras inaceptables”, denuncian los sindicatos que piden poner freno mediante medidas concretas, en la mesa de diálogo social sobre prevención de riesgos laborales que está en proceso de negociación y “que permitan adaptar la legislación preventiva a la realidad actual”. Asimismo, reclaman un Plan de Choque que incluya medidas “destinadas a mejorar la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas, ya que la primera causa de muerte en accidente de trabajo durante la jornada laboral han sido los infartos y derrames cerebrales con 222 accidentes, que podrían estar relacionados con la exposición a riesgos psicosociales”.
Además, los sindicatos exigen al Gobierno del Estado y las comunidades autónomas, que tienen transferidas estas competencias, “un mayor y mejor control de las condiciones de trabajo que se están desarrollan en el conjunto de las actividades productivas de nuestro país”, reforzando la Inspección de Trabajo y todos los organismos que se dedican a la seguridad y salud en el trabajo.
Siniestralidad laboral enero-octubre
- La siniestralidad laboral con resultado de muerte: 664 personas trabajadoras. En jornada de trabajo han sido 533 las personas trabajadoras fallecidas, mientras que los siniestros in itinere –los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa– han segado la vida de 131 personas trabajadoras. Por sectores, aumenta en el sector servicios (14,4%), en la construcción (8,5%) y en industria (12,9%).
- La siniestralidad laboral de carácter grave se incrementa y afecta a 3.171 personas trabajadoras en jornada laboral y 892 in itinere.
- La siniestralidad laboral con baja laboral ha afectado a 530.675 personas trabajadoras.
- La siniestralidad laboral sin baja laboral ha afectado a 466.639 personas trabajadoras.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)