Promover el debate
Desde el Foro de Curas de Bizkaia queremos brindar las siguientes consideraciones, deseando que el consejo diocesano de pastoral tenga a bien asumirlas y buscar la manera de vehicularlas.
En el Goazen de este año –que es el acto de apertura del curso pastoral– se han presentado el 75º aniversario de la diócesis y el Jubileo.
Queremos aprovechar la circunstancia de este aniversario de nuestra diócesis para retomar el tema de la provincia eclesiástica vasca.
¿No sería hora de superar aquella división franquista que separó a las diócesis hermanas en dos provincias eclesiásticas (por un lado, San Sebastián con Iruña-Pamplona y, por otro, Bilbao y Vitoria con Burgos)? ¿Podríamos animar la constitución de una provincia eclesiástica vasca?
¿No podríamos aprovechar la proclamación del jubileo para proponer la condonación de la deuda externa, que impide a los países del tercer mundo levantar cabeza y estar a merced de las potencias occidentales?
Además, queremos destacar nuestra incomodidad porque en los funerales de don Juan María Uriarte y de don José Ángel Ubieta se silenciaran los aspectos pastorales que enriquecieron su labor en la diócesis: la asamblea diocesana, la promoción del laicado y su participación en las decisiones eclesiales a través de los diferentes consejos pastorales.
E, igualmente, queremos exponer que el optimismo exhibido en el «Goazen» celebrado en Derio (Bizkaia) nos ha podido obnubilar e impedir ver los problemas que nuestra diócesis arrastra y que habrían de ser abordados en debate para vehicular una respuesta conjunta de todos los sectores de la misma.
Nos preocupa –además de los temas mencionados de la provincia eclesiástica vasca, la deuda externa y el silencio de los aspectos pastorales en los funerales reseñados– las opciones que hace y/o deja de hacer nuestro obispo (olvidando los movimientos apostólicos y apostando por “otros movimientos”), así como la suerte que pueda correr el seminario diocesano (¿los seminaristas se trasladarán a Burgos, o a Iruña-Pamplona?); la desafección por el euskera y la desmembración de la labor pastoral, con la sensación de que cada cual tiene que hacer lo que pueda y sabe, sin que haya quien lidere la orientación pastoral de la diócesis.
Rogamos al consejo diocesano de pastoral que promueva un debate diocesano sobre estos temas con ánimo de suscitar convergencias.
