La huelga de Tesla en Suecia se convierte en la lucha sindical más larga del país
El conflicto entre Tesla del magnate Elon Musk y los sindicatos suecos cumple un año, marcando un hito en la historia laboral del país. Todo comenzó con la negativa de Tesla a firmar un acuerdo de negociación colectiva con el sindicato IF Metall, que representa a los mecánicos de la compañía.
Desde entonces, la disputa ha escalado hasta convertirse en la huelga más prolongada en Suecia en 80 años, involucrando acciones de solidaridad de diversos sectores laborales, como relata La Marea.
Los sindicatos han bloqueado múltiples actividades clave para Tesla, incluyendo la carga de vehículos en puertos, el mantenimiento de estaciones de carga y la recogida de residuos en instalaciones de la empresa.
Estas medidas han generado serios inconvenientes logísticos y económicos para la compañía, pese a las maniobras de Musk para sortear las restricciones, como transportar vehículos desde Alemania por carretera.
Las cifras de ventas han caído desde el inicio de la huelga. La disputa ha evidenciado tensiones sobre el modelo laboral sueco y la resistencia de Musk a aceptar sindicatos, complicando cualquier solución inmediata al conflicto.
El empresario, al que Donal Trump ha encargado, junto con a Vivek Ramaswamy, dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, no ha ocultado su rechazo frontal a las organizaciones de trabajadores.
En un discurso en una reunión de magnates de la industria y las finanzas organizadas por New York Times de 2023 declaró: “No estoy de acuerdo con la idea de los sindicatos, pues generan ambiente negativo en las empresas y una especie de situación de señores y campesinos”.
Las factorías de Tesla no se vieron afectadas por la masiva huelga de la industria de la automoción estadounidense convocada por el United Auto Workers el año pasado, debido a que sus empleados no estaban sindicados y cada intento de organización fue previamente desmantelado por la empresa. La huelga finalizó con importantes incrementos salariales para los trabajadores en General Motors, Ford y Stellantis.
La responsable del sindicato IF Metall en Uppsala, una de las ocho localidades con la plantilla en huelga, Sladana Pasalic, ha explicado que “lo único que exigían nuestros afiliados eran condiciones justas, aumentos salariales, jornadas laborales reducidas, pensiones a tiempo parcial y seguros, por nombrar algunos ejemplos de lo que actualmente carecen debido a la ausencia de un convenio colectivo”.
La lucha sindical continúa y se ha extendido a empleados de limpieza y mantenimiento que no trabajan en sus instalaciones, y taxistas que han dejado de comprar sus automóviles e incluso a estibadores de Dinamarca y Noruega que no descargan sus vehículos.
En otros países de Europa, la plantilla de Tesla en Alemania ha empezado a organizarse. En Alemania IG-Metall consiguió representación en su nueva factoría de Berlín, aunque la lista proempresa obtuvo la exigua mayoría por un voto en el comité.
Redactor jefe de Noticias Obreras