El Congreso de UGT aprueba la gestión de Álvarez y apuesta por conquistar más derechos
El 44º Congreso Confederal de UGT ha aprobado con el 98,97% de los votos (770 votos a favor y 8 abstenciones) la gestión realizada durante el mandato de la Comisión Ejecutiva Confederal saliente, comandada por su secretario general, Pepe Álvarez.
Además, han sido aprobadas por unanimidad la gestión del Comité Confederal y del resto de comisiones internas. Al congreso de UGT, que se celebra hasta el 27 de noviembre en Barcelona –el primero fue en 1888 y el segundo en 1978, siendo la cuarta vez que se celebra fuera de Madrid, el anterior tuvo lugar en Valencia–, ha asistido en representación de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), el militante Joan Mate.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que saldrá muy probablemente reelegido para un tercer y último mandato, calificó de “extraordinariamente positiva” la gestión de su sindicato, ya que “nunca en tan poco tiempo se había conseguido tanto”.
Por supuesto, se refirió a la última reforma laboral como un avance clave, además de destacar la derogación de la reforma de las pensiones, la ley rider o la subida del salario mínimo interprofesional. Igualmente se refirió a la ratificación de la Carta Social Europea por parte del Gobierno que ha permitido al sindicato presentar varias reclamaciones al Comité de Derechos Sociales de la UE. Álvarez señaló también el balance positivo de la negociación colectiva, así como la incorporación del colectivo LGTBI y el área de medio ambiente a las estructuras sindicales.
El líder sindical adelantó los objetivos que se marca el sindicato de cara al futuro, en especial la lucha contra los bulos relativos a la migración, el acceso a la vivienda, la actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la mejora del ingreso mínimo vital, así como la regulación de las plataformas digitales y el control democrático de la inteligencia artificial y la defensa de la transición justa.
En el horizonte más inmediato de las reivindicaciones sindicales figura evidentemente la reducción del tiempo del trabajo, la mejora de las políticas públicas de empleo y la estabilización de las relaciones laborales.
Consciente de que la conflictividad mundial, ha reclamado más Europa social y un sindicalismo fuerte como la solución para “conquistar derechos y libertades en la historia y, sobre todo, hacer frente al avance de la extrema derecha”.
El escenario del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona que acoge el congreso, como es normal, reunió una nutrida representación institucional del ámbito empresarial, político y sindical.
Feijóo y Díaz cruzan interpelaciones
Especialmente llamativa fue la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, –la primera del máximo representante de este partido en un congreso de UGT–, quien aprovechó para pedir el apoyo a su ley de conciliación, por el momento bloqueada en el Congreso, además de un compromiso contra el absentismo y a favor de la productividad.
Como candidato a la presidencia del Gobierno, utilizó su discurso para decir que las mayorías deben volver a tomar las grandes decisiones y, de paso, advirtió contra el triunfalismo económico y la política fiscal actual, de la que dijo que no redunda en beneficio del bienestar de las clases más modestas, con una inflación “que ha sido el mayor impuesto que hemos vivido en los últimos años”.
También intervino la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien no evitó una interpelación directa al líder de la oposición, para preguntarle si su partido hará lo mismo con la reducción de la jornada laboral, que pronto llegará al Congreso, que hizo con la reforma laboral, aprobada finalmente gracias a un voto equivocado de un diputado de su partido.
A los delegados y delegadas presentes en el auditorio, les recordó que “no da igual quién gobierne”, y pidió expresamente a los sindicalistas ugetistas que “defiendan” la mayoría progresista del Gobierno de coalición del que forma parte, dado que, según justificó, “hoy tenemos otro país, otros datos y los datos son favorables”.
Díaz urgió también a responder a “las políticas de la destrucción” que, en su opinión, “están retornando en muchos lugares, arrasando por donde pasan”. “¿Os imagináis un país en el que vuelvan los recortes de servicios y de derechos?”, les inquirió.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, subió también a la tribuna para alabar el papel del diálogo social y los acuerdos entre los agentes sociales, aunque reconoció que, en ocasiones, solo se puede “pactar la discrepancia”. Con todo, acabó dando su apoyo al lema del congreso de la UGT que no es otro que “más y mejor sindicato”.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, apeló a la unidad de acción como “patrimonio inmaterial de incalculable valor para la clase trabajadora”. Sordo ofreció la colaboración de su sindicato para afrontar los retos futuros recordando que “sigue habiendo millones de personas que ven con desconfianza el futuro, y, por tanto, los retos, junto con las transformaciones, exigen que pongamos toda nuestra inteligencia colectiva para fortalecer sociedades democráticas y fortalecer pactos sociales en beneficio de las mayorías”.
Redactor jefe de Noticias Obreras