La Juventud Estudiante Católica (JEC) apuesta por la cultura del cuidado
El movimiento de jóvenes estudiantes de la Acción Católica pone en marcha una campaña en los centros formativos de secundaria, universitarios, centros de educación superior y ambientes profesionales para promover la cultura del cuidado, especialmente en las relaciones personales y sociales.
Tras un primer análisis de la realidad de los centros educativos y ambientes cercanos a las personas jóvenes en formación o en búsqueda de su primer empleo, acometido en el curso anterior, la Juventud Estudiante Católica (JEC) indagará ahora en cómo incidir tanto personal como colectivamente en la transformación de la mentalidad individualista y competitiva actual para alumbrar una cultura que fomente y aprecie los cuidados.
Así, se proponen discernir en común, desde las claves del Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y las experiencias ya en marcha, qué propuestas y compromisos pueden contribuir al autocuidado, al apoyo mutuo y al encuentro.
Las personas que cursan Secundaria y Bachillerato han reflexionado sobre cómo los diferentes ambientes por los que se mueven condicionan su desarrollo y el tipo de persona en el que se espera que se conviertan. Así como sobre las presiones y condicionantes que les dificultan construir libre y conscientemente sus propios proyectos personales y responder a sus necesidades, todo esto con la campaña “Y tú, ¿qué esperas de mí?”
En la etapa universitaria y centros de educación superior, en cambio, el foco se ha centrado en analizar el estado de los órganos de participación de la propia universidad y otras instituciones sociales relacionadas con la educación y la formación permanente con la campaña “Desde la Universidad cuestionamos la política”, mientras que las personas graduadas, que buscan acceder al mercado de trabajo o complementar su formación superior, han profundizado en las necesidades sin atender, poco valoradas y escasamente reconocidas, de cuidado en la vida personal y social, con la acción común “Enrédate”.
El presidente de la JEC, Rubén Serrano denuncia que, con frecuencia, las personas más jóvenes reciben un aluvión de “mensajes sobre cómo deben ser sus cuerpos, qué tipo de personalidad deben desarrollar y cuál debe ser su estilo de vida, habitualmente en clave consumista, que puede llegar a originar un gran malestar y culpabilidad por no poder llegar a un ideal social que no responde a las propias inquietudes.”
Igualmente, advierte Serrano que “gran parte de los órganos de participación, sobre todo, en el nivel universitario, están vacíos de contenido y apenas sirven para dar voz y mucho menos voto a las preocupaciones de las personas estudiantes”, lo que, por otra parte, “se da cada vez más en otras muchas instituciones de la vida social que, lejos de la función para las que se pensaron, de algún modo se han infantilizado”.
En respuesta al “ver” que ha ocupado gran parte de los esfuerzos de este movimiento durante el pasado curso, llega el momento de discernir juntos y juntas para ofrecer propuestas que, por un lado, permitan “la formación de personas auténticas, con las ideas claras y con capacidad para ser lo que están llamadas a ser”, y por otra, “recrear y revitalizar los espacios para la implicación y la participación social” para poder afrontar de forma solidaria e inclusiva los grandes retos sociales.
Estas han sido las líneas maestras propuestas para este curso en comisión general de la JEC, celebrada a principios de octubre, en la que han participado una treintena de personas, la mayoría jóvenes de entre 14 y 30 años, procedentes de Madrid, Salamanca, Palencia, Cáceres, Badajoz, Murcia y Tenerife, en representación de las tres etapas vitales (Secundaria, Universidad y Graduados) en que se organiza este movimiento especializado de Acción Católica.
Un plan para este curso
Acompañados por animadores y consiliarios, y representantes del movimiento hermano Profesionales Cristianos, las propias personas jóvenes integradas en la organización contemplaron, reflexionaron y debatieron en torno a su propia programación 2024-2025 y adoptado la calendarización de los principales eventos, como el Encuentro de Pascua que se celebrará en Palencia del 16 al 20 de abril de 2025 y en el que, además, se abordarán las campañas y profundizarán en el cuidado, la espiritualidad, el servicio, la vocación y la humildad, entre otras.
También revisaron las principales acciones y encuentros de las diócesis donde hay presencia de la JEC y reservaron espacios de oración y celebración de la Eucaristía, momentos privilegiados para agradecer y reforzar la pertenencia a la comunidad tanto dentro del propio movimiento, como con otros movimientos y el resto de la Iglesia Universal.
El obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, se hizo presente en el encuentro con una intervención en la que animó a crear comunidad y establecer lazos reales entre los miembros del movimiento, donde la escucha y el cuidado creen una red estable, firme y segura. Además, alentó la misión evangelizadora de la JEC en las aulas, y reafirmó el compromiso de la Iglesia con las problemáticas de la juventud: la situación de la vivienda, la desesperanza y los problemas de salud mental, entre otros.
Al terminar la oración, el obispo escuchó las inquietudes de las jóvenes en una conversación cercana y tranquila, y mostró su voluntad de trabajar conjuntamente con las personas jóvenes no solo desde su servicio a la Iglesia en Madrid, sino también desde su puesto como miembro de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida.
La JEC, como movimiento de jóvenes que quieren ser agentes de cambio en la sociedad y en la Iglesia, desde su fe, pretenden transformar su realidad para acercar el reino de Dios y conseguir que los ambientes estudiantiles sean fraternos, justos y comprometidos con las personas más empobrecidas.
Redactor jefe de Noticias Obreras