El Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo plantea la necesidad de reconocer los derechos de las trabajadoras

El Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo plantea la necesidad de reconocer los derechos de las trabajadoras
En el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, declarado en junio de 2023 por Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo hace un llamamiento a promover el trabajo decente en el ámbito de los cuidados, mientras que sindicatos y organizaciones de trabajadores reclaman inversión pública y reconocimiento de derechos.

Partiendo de la idea de que el trabajo del cuidado, tanto remunerado como no remunerado, es fundamental para el desarrollo humano y económico, la OIT defiende el reconocimiento del cuidado como pilar social y económico, consciente de que una economía del cuidado fuerte impulsa la salud, el empleo y la productividad.

Ante la evidencia de que el trabajo del cuidado lo realizan mayormente mujeres, a menudo en condiciones informales y con baja remuneración, la organización tripartita (Gobiernos, empresarios y sindicatos) considera fundamental abordar la desigualdad de género y la infravaloración de esta labor, combatiendo la desigualdad de género y desvaloración del trabajo.

Por ello, en su última asamblea de junio, la OIT propuso “5R” para avanzar hacia una economía del cuidado inclusiva y justa: reconocimiento, reducción y redistribución del cuidado no remunerado, y recompensa y representación de los trabajadores del cuidado.

Condiciones de trabajo dignas

La OIT defiende la formalización del trabajo de cuidado y doméstico, donde aún prevalece la informalidad, lo que implica asegurar condiciones de trabajo dignas, crear empleos de calidad y aumentar la recompensa y representación de los trabajadores domésticos y cuidadores, permitiéndoles participar activamente en la economía formal.

Además, llama a combatir los estereotipos de género, raza, origen étnico, edad o estatus migratorio que suelen rodear al trabajo de cuidados, con miras a reducir la segregación ocupacional que afecta de manera desproporcionada a ciertos grupos y facilitar la transición hacia empleos formales y decentes en la economía del cuidado.

Otro aspecto esencial es la defensa del derecho de las mujeres al trabajo y la igualdad de oportunidades para aquellos trabajadores con responsabilidades de cuidado. La OIT destaca la importancia de garantizar la igualdad salarial por trabajo de igual valor, reconociendo que muchas de las desigualdades salariales y de condiciones en este sector están arraigadas en normas de género y en una histórica infravaloración de los trabajos de cuidado.

Por su parte, la Confederación Sindical Internacional ha publicado un comunicado en el que insta a los gobiernos a reconocer el cuidado como un derecho humano y un bien público, que incluye el derecho a proporcionar cuidados, a recibir cuidados y al autocuidado.

“Millones de trabajadores asistenciales trabajan en condiciones difíciles, con salarios bajos y protecciones inadecuadas, lo que deja a muchos vulnerables a la explotación y el abuso, especialmente los trabajadores domésticos, los trabajadores sanitarios comunitarios y los trabajadores asistenciales migrantes”, denuncia esta organización mundial de sindicatos.

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También advierte que “la carga desproporcionada del trabajo de cuidado no remunerado que recae sobre las mujeres afecta su capacidad de ingresar, permanecer y progresar en el empleo remunerado”.

Inversión pública

La CSI aprovecha para hacer un llamamiento a los gobiernos para que aumenten las inversiones públicas en la economía del cuidado, lo que permitirá crear millones de nuevos empleos, participar económicamente a las mujeres y garantizar el acceso universal a servicios públicos de salud, educación y cuidado de calidad.

También reclama políticas de mercado laboral inclusivas, favorables a la familia y la protección social con perspectiva de género, como camino para garantizar una distribución más equitativa de las responsabilidades de cuidado y promover modalidades de trabajo flexibles sobre una base neutral en cuanto al género.

Para la internacional sindical, “los empleos de cuidados deben ser formales y dignos, con condiciones de trabajo seguras y remunerados adecuadamente, lo que incluye la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor”, además de estar “libres de violencia y acoso de género y de cualquier tipo de discriminación” ycontar con “libertad para organizarse y negociar colectivamente”.

“Es esencial que las políticas y acciones gubernamentales en materia de cuidados” se alineen con la resolución de la OIT al respecto, que califica de “histórica”, para desarrollar un modelo de “economía del cuidado que promuevan un enfoque basado en derechos, fundamentado en las Normas Internacionales del Trabajo, el diálogo social y el Marco de las 5R de la OIT sobre Trabajo de Cuidados Decentes”.

Dignidad, derechos y voz

Desde Servicio Doméstico Activo (SEDOAC) insisten en que “cuidar no debe significar sacrificar derechos” y vuelven a reclamar, en este día, la desaparición del trabajo en la modalidad interna y la regulación extraordinaria de personas migrantes, muchas mujeres empleadas en la economía informal de cuidados

“Las trabajadoras nos merecemos dignidad, derechos y una voz en las decisiones que afectan nuestras vidas y las de quienes cuidamos”, defienden.