Reclaman agua potable para los asentamientos de Huelva en situación “dramática e inhumana”
Entidades sociales, ecologistas, sindicatos y partidos políticos urgen a las administraciones competentes a activar un corredor de emergencia que asegure el abastecimiento de agua potable y salubridad en los más de 20 asentamientos onubenses.
Los colectivos, entre los que se encuentra la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la diócesis de Huelva han dirigido una carta a las autoridades con competencia en Doñana y Derechos Humanos tanto estatales, autonómicas como locales para que habiliten puntos de agua potable o el abastecimiento mediante camiones cisternas. así como la retirada de basuras de las inmediaciones de los asentamientos ante las condiciones de insalubridad y riesgo de incendio.
Miles de temporeros permanecen, tras finalizar la campaña de los frutos rojos, en asentamientos de los municipios onubenses de Moguer, Palos de la Frontera, Lucena del Puerto y Lepe sin acceso a agua potable y en condiciones de insalubridad en plena ola de calor.
La veintena de colectivos se han dirigido a la Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Teresa Ribera, así como a la Comisionada de Restauración de Ecosistemas y el responsable de la Oficina Técnica de Doñana, en particular para instarles a “comenzar de forma inmediata la implementación de las acciones contempladas en el Marco de Actuaciones para Doñana para la mejora de las condiciones de vida y habitabilidad de vivienda de los temporeros agrícolas”.
Las organizaciones entienden que la responsabilidad en la coordinación de la respuesta de las distintas administraciones recae en el citado ministerio que debe “activar un corredor de emergencia que asegure el abastecimiento de agua potable y salubridad en los más de 20 asentamientos onubenses”.
La situación mejorará de proceder a repartos periódicos de agua en camiones cisternas, como ya se hizo durante la pandemia de COVID–19 en el municipio de Lepe.
A a corto plazo, debería, entienden, instalarse “módulos portátiles con acceso a agua potable, aseo y puntos de carga eléctrica, como recoge el Marco de Actuaciones para Doñana”.
Para las entidades firmantes debe “asegurarse las condiciones de salubridad de estos asentamientos mediante la retirada periódica de residuos que se acumulan en los mismos”.
Las organizaciones (asociaciones, grupos ecologistas, sindicatos y partidos políticos) señalan “la alarmante inacción de empresarios y administraciones ante los asentamientos de chabolas, donde viven entre dos mil y tres mil personas migrantes que trabajan en el sector de los frutos rojos de Huelva”.
Como se recordará, en 2020, Philip Alston, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, señaló, después de visitar los asentamientos de las personas trabajadoras en Huelva, que las condiciones de vida “rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo. Están a kilómetros de distancia de agua potable y viven sin electricidad ni saneamiento adecuado”.
Esta situación se agrava en verano, con altas temperaturas y falta de agua potable, obligando a los habitantes a desplazarse varios kilómetros para conseguir agua y alimentos. En los últimos días, voluntarias de la asociación La Carpa han estado distribuyendo garrafas de agua en los asentamientos. Activistas de esta asociación señalan que “la situación es dramática e inhumana”.
Redactor jefe de Noticias Obreras