La reducción de la jornada laboral se dilata para seguir negociando un posible acuerdo antes de que finalice el año

La reducción de la jornada laboral se dilata para seguir negociando un posible acuerdo antes de que finalice el año
La reducción de la jornada laboral, de manera flexible, “a lo largo” de 2025, la mejora del registro de jornada y la regulación de la desconexión digital, se incorporan a la negociación

La apuesta de cerrar un acuerdo de reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas en 2025 antes del verano, como era la pretensión inicial del Gobierno y de los sindicatos, no será posible. Este lunes concluyó una nueva reunión de esta mesa del diálogo social sin acuerdo. La posición de la patronal de cuestionar el propio diálogo social —cuando alcanzó acuerdos en otras materias y negocia en otras mesas–, acompañada de ruido –de ahí que se hable ahora del “tono constructivo” y de que la patronal “está en la mesa” –, les ha permitido incorporar algunos elementos claves que necesitan más tiempo de negociación.

La patronal, alejada inicialmente de cualquier posibilidad de acuerdo en esta materia —en las antípodas de las posiciones sindicales–, adquiere ahora el compromiso de estudiar “seriamente” la propuesta realizada por el Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, de aplicar de manera flexible la reducción de la jornada laboral “a lo largo” de 2025 –y no el 1 de enero como era la posición inicial– , mejorar el registro de jornada y garantizar el derecho de los trabajadores a la desconexión digital tanto en las modalidades presenciales de trabajo como en el teletrabajo, cuestiones que se incorporar a la negociación.

Por eso la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Diaz, manifestó que “hay margen para el acuerdo. Desde luego, no va a ser por voluntad del Ministerio de Trabajo, y creo que lo estamos demostrando”, recordando que “podíamos cerrar con los sindicatos un acuerdo y no lo hemos hecho”.

La ministra aprendería en su casa –como le gusta decir recordando la trayectoria sindical de su progenitor– que un posible acuerdo tan relevante como este sin uno de los actores principales del mundo del trabajo es muy complicado de gestionar. Había que espera y reconducir posiciones, sin olvidar empatizar con los sindicatos al entender “perfectamente” su “inquietud” por no haber cerrado ya este tema tras siete meses de negociación. La clave está en buscar un equilibro entre partes –lo que te aproxima a unos, que no te separe de otros– ya que los tres temas que se incorporan tienen aristas a pulir.

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Profundizando en esta cuestión se expresó además el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, al señalar que “las dos organizaciones patronales han atendido cuál es la propuesta del Gobierno sobre estos tres elementos: desconexión, registro y reducción de jornada. Creo sinceramente que he notado un tono muy constructivo por parte de las organizaciones patronales y el compromiso de estudiar seriamente la propuesta realizada para la vuelta de las vacaciones de verano, poder tener ya una opinión más firme de la CEOE”, subrayó antes de anunciar un acuerdo con las partes “rápidamente” a la vuelta del verano.

La pirueta del secretario de Estado quizás es algo arriesgada, teniendo en cuenta las dificultades de esta negociación, que cuenta con determinadas líneas rojas por parte de CCOO y UGT, y con el añadido del anuncio de movilizaciones para el otoño.

Así lo recordó Fernando Luján, vicesecretario general de UGT, a la conclusión de la reunión de este lunes que, tal y como anunciaron hace unos días ambos sindicatos, a partir de septiembre iniciarán un proceso de movilizaciones para impulsar esta negociación “que mejore las condiciones laborales de las personas trabajadoras“. Lujan también ha valorado que se haya fijado el perímetro por el que puede transitar la negociación y el futuro acuerdo.

Por su parte, el secretario de Estudios y Formación Sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez, destacó que la reducción de jornada puede beneficiar a 13 millones de trabajadores y de trabajadoras, y que para “animar a la patronal a llegar a un acuerdo”, se llevarán a cabo movilizaciones “a partir de septiembre que los sindicatos deberemos concretar”, apuntó.