El sindicalismo global hace un llamamiento a la solidaridad con las personas refugiadas y desplazadas forzosamente
En el marco del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora hoy, 20 de junio, la Confederación Sindical Internacional (CSI) hace un llamamiento a la solidaridad global con las millones de personas refugiadas y desplazadas forzosamente por el cambio climático, conflictos, persecución y violencia
“Este día es una ocasión para recordar la resistencia y la valentía de los refugiados y la urgente necesidad de una acción mundial para garantizar su protección. Los sindicatos están en una posición única para apoyar a las personas que buscan refugio protegiendo su derecho al trabajo y los derechos democráticos en el lugar de trabajo. Y esto es precisamente lo que hacemos, ya que son valores fundamentales para el movimiento sindical, y elemento central de la campaña de la CSI Por la Democracia”, ha subrayado su secretario general, Luc Triangle.
Esta organización, que representa a 191 millones de trabajadores y trabajadoras en 337 organizaciones afiliadas nacionales de 167 países, emplaza a gobiernos y empresarios a comprometerse con los principios democráticos de solidaridad, igualdad e inclusión.
En este sentido, plantea cuestiones básicas como garantizar el acceso a un trabajo decente, “esencial para su independencia económica, dignidad y autoestima”; proteger los derechos laborales, para evitar explotación y abusos en el mercado laboral; promover la inclusión y la integración social, permitiendo “el acceso a la protección social, servicios públicos de calidad y oportunidades de desarrollo profesional y aprendizaje permanente”; así como reforzar la cooperación y solidaridad internacional, y el reparto de responsabilidades “creando vías humanitarias para las personas desplazadas y proporcionando recursos adecuados a los países que acogen a un gran número de refugiados”.
El desplazamiento forzado
Según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, la cifra de personas desplazadas forzosas es de 120 millones, que la sitúan en niveles históricos en todo el mundo. Esta realidad se debe tanto a las consecuencias de conflictos nuevos y existentes como a la incapacidad de resolver crisis prolongadas. Incluye a refugiados, solicitantes de asilo y millones de personas desplazadas tanto dentro de sus países como a través de fronteras debido a los efectos adversos del cambio climático. Cifras que seguirá aumentando debido a los conflictos en Sudán, Gaza o Myanmar que están provocando nuevos desplazamientos.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)