Trabajadores cristianos piden votar por una Europa de los pueblos unidos frente al populismo
El Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE) ha hecho un llamamiento a la participación en las próximas elecciones al Parlamento Europeo para hacer frente al crecimiento de los grupos populistas y de la extrema derecha con lo que ello supone de políticas negativas y daño a la convivencia.
Este movimiento europeo, en el que participa la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), apuesta con firmeza por seguir construyendo una Europa de los pueblos unidos en la diversidad de culturas, en la que se trabaje por la solidaridad, la justicia social y el medioambiente. Una Europa de los pueblos, heredera de la que levantó el Estado de bienestar y lo ha mantenido durante décadas logrando un gran periodo de prosperidad e incremento de los niveles de igualdad.
En el manifiesto ¿Qué Europa queremos para mañana? este movimiento evidencia la experiencia negativa para la población de los gobiernos populistas de Hungría y Polonia, promotores de legislaciones que erosionan el Estado de derecho y creadores de divisiones en sus sociedades. Además se recordaba que las propias políticas neoliberales de muchos gobiernos europeos, especialmente en materia de seguridad, están socavando la buena salud de las democracias.
Sociedad desvinculada
El posicionamiento público de las trabajadoras y los trabajadores cristianos de Europa sobre los inminentes comicios europeos alerta de que en los últimos 15 años Europa ha vivido bajo las sucesivas crisis financiera global, la pandemia y la guerra de Ucrania. Estas convulsiones han desencadenado políticas de austeridad, la especulación en los precios de los alimentos y la energía y una inflación sin precedentes. “Toda una parte de la población europea ha caído ya debajo del umbral de la pobreza”, denuncian.
El malestar en grandes capas de las clases trabajadoras ha llevado a cada vez más personas a distanciarse de la clase política y los gobiernos, aumentando en todos los países el nivel de abstención en las diferentes convocatorias electorales. Muchos ciudadanos no se sienten representados por los políticos gobernantes. Al mismo tiempo, ganan terreno los discursos populistas con sus respuestas simples a problemas complejos como es el de las migraciones.
En su llamamiento a la participación el movimiento de los trabajadores europeos lanza cuatro mensajes sobre la Europa que queremos: ¿Qué Europa queremos para mañana?; ¿Una Europa que separa a los pueblos, enfrentándolos entre si en detrimento de la paz?; ¿Una Europa que permite a los países replegarse en si mismos en detrimento de la solidaridad?; ¿Una Europa sin directrices en la que cada Estado pueda desarrollar su propia política de sálvese quien pueda?
La respuesta conjunta a estas preguntas es que “sería un error confundir Europa con las políticas neoliberales que se llevan a cabo en su seno y rechazar cualquier idea de Unión Europea. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la construcción europea ha sido y debe seguir siendo una fuente de esperanza y un gran paso adelante para la paz y la democracia en todo nuestro continente”.
Diversidad cultural y justicia social
La visión de Europa que impulsa al MTCE “es la de compartir nuestras culturas, la de hacer riqueza de la diversidad, educar a los pueblos a vivir juntos, la de hacer de la solidaridad una fuerza para construir leyes de justicia social y medioambiental para todos”.
En su reflexión, recuerdan el texto del papa Francisco en su visita el Parlamento Europeo el 25 de noviembre de 2014, cuando pidió a los eurodiputados que mantengan viva la democracia. Era la segunda vez que un Papa intervenía ante la Eurocámara, después de que Juan Pablo II ya lo hiciera en 1988.
Francisco abordó durante su discurso cuestiones importantes para las sociedades europeas como son el trabajo digno, la educación y la migración. El MTCE hace suyas las palabras de Francisco que siguen siendo de plena actualidad diez años después. “Ha llegado el momento de construir juntos la Europa que gira, no en torno a la economía, sino en torno a la sacralidad de la persona humana, de los valores inalienables; la Europa que abraza con valentía su pasado y mira a su futuro con confianza para vivir plenamente u con esperanza su presente”.
También resaltó el Papa la importancia de “abandonar la idea de una Europa temerosa y encerrada en sí misma, y de crear y promover una Europa protagonista, portadora de ciencia, arte, música, valores humanos y fe. Una Europa que mira al cielo y persigue ideales; una Europa que mira hacia abajo, defiende y protege a la humanidad; una Europa que camina por la tierra, sana y salva, punto de referencia precioso para la humanidad”.
Todos a las urnas
En el momento actual el MTCE y los grupos que pertenecen a él nos plantean dar vida a la democracia europea acudiendo masivamente a las urnas en las próximas elecciones europea del 6 al 9 de junio. El llamamiento general de los trabajadores cristianos es: “¡Vamos todos a las urnas!”. Es mucho lo que está en juego en forma de políticas, legislaciones y convivencia pacífica. “Todos estamos llamados a movilizarnos contra la abstención y el auge de los partidos populistas y nacionalistas”, concluyen.
“Consideramos muy importante la participación la convocatoria de las elecciones europeas, para cuestionarnos el tipo de políticas públicas que queremos que sitúen a la persona y sus necesidades, particularmente a las sufren más desigualdades y empobrecimiento, en el centro de las prioridades “, concluye Marimar González, miembro del grupo de coordinación del MTCE en representación de la HOAC.
Periodista.
Militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Málaga