¿Trabajar menos para trabajar todos?

¿Trabajar menos para trabajar todos?
Foto | khan.zein554159 (vecteezy)
Es el sugerente título que, según me han informado, será tema para una videoconferencia organizada por el departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal el 11 de abril. Con gusto, si puedo, escucharé y me beneficiaré de su orientación. Ahora medito un poco sobre el tema en voz alta.

Esta mañana me encontré con una mujer, madre de dos hijos, que, para sobrevivir, tiene que trabajar en tres sitios, sin descanso en domingo ni en fiestas de guardar. Como la veo con frecuencia trabajando, esta mañana con el saludo añado: «Trabajar menos para trabajar todos», ¿qué te parece? Y ella comenta: «¡Qué bien! Que trabajen todos para trabajar yo menos y ganar lo suficiente para estar más tiempo con mis hijos». Su comentario da por supuesto que el valor del trabajo se mide por el salario que se recibe; vivir sin trabajar es lo ideal.

Nuestros padres, al menos los míos, tuvieron que trabajar para sobrevivir. Después vino otra generación de ejecutivos que, obsesionados por ganar dinero, parece que vivían para trabajar; como se asfixiaban con tanto trajín, inventaron los días no laborables y las vacaciones pagadas. Pero las nuevas generaciones parece que buscan gozar de la vida; para esto valoran el dinero y no tanto el trabajo. ¿Quiénes tienen la razón?

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