Agricultura familiar para cuidar la tierra y la alimentación
Félix Villarejo Rollón, agricultor de 54 años, residente en Burgohondo (Ávila), junto con sus dos hijos y esposa, dispone de una explotación agraria dedicada fundamentalmente al melocotón, aunque también cultiva tomates.
En los momentos de mayor carga de trabajo, además de contar con su mujer, contrata a cinco o seis trabajadores mientras dura la recolección y comercialización de los productos, fundamentalmente melocotones, aunque, en menor medida, también tomates.
Además, tiene un huerto familiar, unos 500 metros cuadrados, para consumo propio, donde cultiva hortalizas, verduras, frutas, legumbres, etc. En total, la explotación suma unas cuatro hectáreas. Dispone de maquinaria agraria para el cultivo de la finca y una nave de unos 200 metros cuadrados para la guarda de aperos y la preparación de la producción para sacarla al mercado.
Cada estación del año requiere faenas diferentes en su explotación: tras la recolección del verano, llega la poda de los árboles frutales, que es lo que más trabajo supone y para lo que suele recurrir a la contratación de otros trabajadores; el arado de la tierra con destrucción de los desechos podados, la recogida de las gomas de riego, la aplicación de fungicidas para que las lluvias no dañen los árboles…
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Militante del Movimiento Rural Cristiano de Ávila
