La recuperada negociación colectiva aumenta el poder adquisitivo de los salarios
Los convenios colectivos firmados en 2023 han llegado a los 1.351, (970 en el ámbito de la empresa y 381 sectoriales) afectando a 3.748.069 de personas trabajadoras, lo que supone un incremento del número de acuerdos entre sindicatos y empresarios del 24% con respecto al año anterior.
Así lo recoge el Ministerio de Trabajo y Economía Social, a 31 de diciembre de 2023, a pesar de que todavía no se han registrado algunos convenios, otros están pendientes de firma y algunos más que tienen efectos para este año no se han sido incorporados a la estadística oficial.
Sin embargo, el sindicato CCOO ha querido ofrecer este balance provisional, después de dos años, marcados por la inflación, donde no hubo marco común pactado para el diálogo entre empresarios y sindicatos.
Datos para tomar decisiones económicas y políticas
Con ello, según la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente Peralta, se puede ya valorar “la evolución de la negociación colectiva y el efecto que ha supuesto la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva”, lo que permite, en palabras, del secretario general del sindicato, Unai Sordo, tomar “decisiones económicas y políticas” para este año sobre “la jornada laboral, los incentivos y los salarios de este mismo año”.
Los convenios con efectos económicos tanto en 2022 como en 2023 han aumentado un 14%, afectando a un 21% más de personas trabajadoras , llegando a cubrir a casi 11 millones de asalariados, el 95% del total de población con empleos por cuenta ajena. La extensión de derechos a través del pacto bipartito se ha producido sobre todo por la mayor negociación de convenios sectoriales, que llegan a 214, un 28% más. Vicente ha celebrado la recuperación de “los parámetros de negociación de antes de la pandemia”, dado que en 2018 y 2019 había más de 3.550 convenios y ahora estamos ya en 3,512”.
El mayor volumen de negociación se ha producido en los servicios con el 61% de los convenios registrados, y el 72% de las personas afectadas, seguido de la industria con un 37%, y a mucha distancia de la construcción y el campo.
Subidas salariales
Tras dos años de pérdida importante del poder adquisitivo, los salarios han mantenido o mejorado su capacidad de compra en 2023 al pactarse aumentos del 4,59%, más altos en la negociación sectorial (3,82%) que en el ámbito de la empresa (4,64%), frente a una inflación interanual del 3,1%. Pero si la comparación se realización sobre la inflación media del año (3,53%) la ganancia salarial se queda en un 1,06%.
A este respecto, Sordo ha explicado que la negociación colectiva ha sido la “gran palanca” que ha permito la subida de los salarios. De hecho, ha utilizado la presentación del informe para remarcar que “el efecto combinado de la negociación colectiva y la subida del salario mínimo junto con la reforma laboral, con su efecto en la estabilización de la concentración, esta sirviendo para ir “cerrando las brechas de desigualdad salarial”
Ahora el decil de mayores salarios es 5,7 veces que el decil de menos ingresos, cuando antes era de ocho veces, ha añadido, lo que supone, “el nivel más bajo de desigualdad en los últimos 15 años”. También ha argumentado que mientras que anteriores crisis, como la financiera y de deuda, “el mercado laboral reaccionaba expulsando a miles y hasta cientos de miles de personas trabajadoras y devaluando el salario”, ahora “se reduce la desigualdad salarial y se llega al récord de cotizantes de la Seguridad Social”.
El tiempo de trabajo
El otro gran asunto que desvela la estadística es que la negociación colectiva ya ha servicio para reducir la jornada de trabajo. La jornada media recogida en los convenios colectivos supone un total de 1.748,5 horas: 1.699,2 horas en el ámbito de la empresa y 1.751,6 horas en el ámbito sectorial.
La reducción de jornada a 38,5 horas para este año como propone el Gobierno no tendría ningún efecto, al menos para quienes se rigen por los convenios colectivos, ya que dejaría la jornada laboral en 1.758,16 horas para este año.
Una reducción a las 37,5 horas, 1.712,50 horas al año, situaría las horas anuales algo por debajo el ámbito sectorial y todavía por encima en ámbito de las empresas.
Para las empresas que siguen manteniendo una jornada de 40 horas, la reducción supondría unas 68,11 horas menos al año para 2024 y en unas 45,66 para 2025. En total, su jornada anual se vería recortada en 113,77 horas al año.
Por sectores, el campo, el comercio y la hostelería, serían los sectores más afectados, ya que su jornada es “más alta” que la del resto de sectores, según ha señalado Vicente, quien ha explicado que los trabajadores afectados por el salario mínimo interprofesional (SMI) serían los más beneficiados por esta reducción de jornada, ya que es un colectivo que, “generalmente”, tiene una jornada laboral de 40 horas semanales.
En este sentido, Vicente ha remarcado que “el debate de la a reducción del tiempo trabajo efectivo es una necesitad que por parte de las empresas tienen que asumir, las transiciones que se están produciendo como la digital entre otras está suponiendo una mejora en la productividad y un incremento, de manera generalizada de los beneficios empresariales generalizado”.
También ha recordado que los fondos de recuperación europeos están en buena parte destinados a potenciar estas transiciones en estas empresas con una repercusión positiva en las cuentas de resultados, por lo que “los beneficios han de repartirse”. “El incremento de los salarios es una forma de hacerlo, pero también la reducción de jornada tiene que entrar en el reparto”, ha añadido.
La “disputa” por la productividad
Sordo ha querido puntualizar que si bien es cierto que la jornada laboral legal lleva sin moverse décadas, jornada efectiva se ha rebajado en los últimos años a través de la negociación colectiva. Además, ha insistido en que “no hay una única fórmula de reducir el trabajo”, sino que ha de estudiarse cada caso.
Eso sí, en su opinión, “es necesario una modificación legal de la jornada laboral” cuyo detalle debe determinarse en el marco del diálogo social y la concertación, Es fundamental el impulso de la ley y la concreción en el marco de la negociación colectiva”, puesteo que lo que se dirime en esta materia es “el reparto de la productividad a largo plazo entre el excedente empresarial y los trabajadores, con la mejora de sus salarios y la reducción del tiempo de trabajo”. A su entender, “la reducción del tiempo legal del trabajo supone una forma virtuoso de disputa de la productividad, de mejorar las condiciones salariales y las condiciones de vida de las personas”.
“España tiene que decidir si apuesta con todas las de ley por una transformación en profundidad de su modelo productivo a través de un cambio de los incentivos que han funcionado habitualmente en nuestra economía”. Así, ha explicado que “si subimos salarios y reducimos la jornada, favorecemos los mejores proyectos empresariales, en un momento en que hay recursos públicos para incentivar la inversión privada mejorando la situación económica y la productividad”.
Redactor jefe de Noticias Obreras