Piden acabar con la impunidad y apoyar a las víctimas en el Día contra la Trata
En el Día Mundial contra la Trata de personas, un inhumano negocio que esclavizó en 2022 a 50 millones de personas en todo el mundo, las organizaciones sociales y de trabajadores reclaman un mayor esfuerzo para combatirlo y mejorar la atención a las víctimas.
Manos Unidas se une a la denuncia y sensibilización contra la trata, “uno de los mayores atentados contra la dignidad de las personas que pueden darse”. Citando al papa Francisco, recuerdan que “la explotación y el sometimiento limitan la libertad y convierten a las personas en objetos de usar y tirar. Y el sistema de trata se aprovecha de las injusticias y desigualdades que obligan a millones de personas a vivir en condiciones vulnerables”.
La trata de personas, que se da en todos los países del mundo, es una de las actividades ilícitas que más debería avergonzar a los seres humanos, no en vano es calificada por muchos como “la esclavitud del siglo XXI”. Porque, la trata no es más que un comercio ilegal que vende y compra seres humanos para convertirlos en mercancías de explotación.
Según Naciones Unidas, “las personas que sufren pobreza, acceso limitado a la educación o a un trabajo digno, discriminación, violencia o abusos, o que proceden de comunidades marginadas suelen ser las principales víctimas de los traficantes”.
El Informe Mundial sobre la Trata de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de 2022 señala que ha aumentado la impunidad en los países de origen, lo que se traduce en un mayor número de víctimas de trata hacia más destinos.
Las medidas contra la trata pasan por permitir una migración segura y ordenada desde el África Subsahariana y el Asia Meridional, además de la identificación proactiva de las víctimas y el refuerzo de los esfuerzos específicos destinados a desmantelar los grupos delictivos transnacionales.
Ante la constatación de que la guerra y los conflictos son terreno fértil para los tratantes, Naciones Unidas insta a sus Estados miembros a garantizar a las poblaciones afectadas por los conflictos un acceso seguro a los servicios esenciales y a la ayuda humanitaria, que mejoren las medidas de desmovilización y reintegración de los niños reclutados por las fuerzas armadas y que mejoren la formación del personal militar, de la ONU y de mantenimiento de la paz en materia de lucha contra la trata de personas.
También el cambio climático multiplica los riesgos de la trata. En 2021, 23,7 millones de personas se vieron desplazadas internamente por catástrofes naturales inducidas por el clima. Muchas otras, cruzaron fronteras para escapar de la pobreza inducida por el clima.
La ONU recomienda que los Estados miembros garanticen a las personas afectadas por el cambio climático el acceso a recursos efectivos y medios de adaptación para disfrutar de una vida con dignidad humana, así como integrar las medidas de lucha contra la trata en la ayuda humanitaria de emergencia para los migrantes inducidos por el clima e invertir en el aumento de la resiliencia de los medios de subsistencia y las oportunidades de las comunidades vulnerables al cambio climático.
Lo cierto es que por primera vez en veinte años, el número de víctimas de trata de personas ha descendido. La causa principal radica en que que la pandemia ha dificultado las oportunidades provocando que ésta se vuelva más clandestina y por ello más difícil de detectar. De hecho las tasas de detección cayeron un 11 % en 2020 y las condenas un 27 %. El 41 % de las víctimas que consiguen escapar acuden a las autoridades por iniciativa propia, lo que demuestra que las medidas contra la trata se quedan cortas.
Este año, el lema “Llegar a todas las víctimas de la trata sin dejar a nadie atrás” evidencia que dejar atrás a las personas significa no poner fin a la explotación de las víctimas de trata, no apoyar a las supervivientes una vez liberadas de sus traficantes y dejar a determinados grupos vulnerables ante los traficantes.
“Reforzar la resistencia contra la explotación”
El sindicato USO ha demandado, junto con Naciones Unidas, que los gobiernos, las fuerzas del orden, los servicios públicos y la sociedad civil refuercen sus acciones para “mejorar la evaluación y los esfuerzos para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas y poner fin a la impunidad”.
En particular, señala la organización sindical que es necesario “reforzar la resistencia contra la explotación y los problemas socio-económicos y culturales subyacentes que la propician”. Así, ahonda, reclama mecanismos para penalizar a aquellas empresas que puedan estar beneficiándose, de manera indirecta a través de sus proveedores, del uso de la trata.
En este sentido, USO ha expresasado su apoyo apoyo a la Directiva de diligencia debida ambiciosa que puede sirva para acabar con esta lacra en el ámbito laboral.
Redactor jefe de Noticias Obreras