Un gran pacto de cuidados para acabar con la brecha salarial de género
Hace falta “un pacto estatal de los cuidados” que evite que las mujeres mayores que han trabajado gran parte de su vida en tareas de cuidados configuren el perfil de la persona pobre en España.
Así lo ha reclamado la secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal, en la presentación del estudio Cuidados sin brecha. Por hacer más, ganamos, menos, a partir de la Encuesta de Población Activa de los últimos tres años y la Encuesta de Estructura Salarial.
En el mismo acto, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha defendido la necesidad de “alcanzar un pacto de Estado por los cuidados, un pacto que tiene que ser una parte fundamental para renovar el contrato social del siglo XXI”.
Según los datos del informe, la brecha salarial de género era de casi el 21% en 2021, por lo que las mujeres percibieron salarios anuales de unos 4.700 euros menos, por la distribución y la composición del empleo femenino.
La desigualdad salarial se explica por el acceso de las mujeres al mercado laboral en peores condiciones, en ocupaciones y sectores feminizados de bajo valor añadido y de cuidados, y la penalización de las tareas de cuidados y de la maternidad, según ha expuesto Carolina Vidal.
La investigación realizada con motivo del Día Europeo contra la Desigualdad Salarial del 22 de febrero, revela que en España hay 1.488.550 mujeres que ya no buscan empleo, porque tienen que encargarse de las labores de cuidado.
Para la sindicalista, resulta “estremecedor política y socialmente” que administrativamente se califique a estas personas como “inactivas”, cuando están en sus casas haciendo un trabajo de inmenso valor, cuidando la vida”.
El tiempo parcial obligado para atender a los cuidados
Los cuidados explican también el alto porcentaje de contratación a tiempo parcial de las mujeres. El 75% de la población asalariada en España a jornada parcial son mujeres.
Si bien es cierto que la mitad de estas mujeres lo hacen porque no encuentran trabajo a tiempo completo, el motivo predominante es atender las obligaciones familiares y de cuidado. Según Vidal, se trata de mujeres que “han necesitado, sin quererlo, de forma involuntaria, acudir al tiempo parcial para poder cuidar”.
Casi el 40% de la brecha salarial de género responde a la compensación por complementos salariales con criterios discrecionales, complementos, a juicio de Vidal que premian “actitudes y conceptos de organización del trabajo claramente masculinizados”, como el esfuerzo físico, la penosidad, la nocturnidad o la disponibilidad.
Otra buena parte de la inferior retribución salarial de las mujeres procede del hecho de que se sigue dando la segmentación laboral y la infravaloración de trabajos todavía considerados propios de las mujeres.
Sectores feminizados
En los sectores donde la mayoría son mujeres, los salarios son considerablemente menores, lo que no impide que los trabajadores hombres en estas actividades cobren un 43% más. En sanidad y servicios sociales, con un 78% de mujeres trabajadoras, los hombres ganan un 37% más.
También, ha denunciado Vidal, “la maternidad sigue lastrando el salario de las mujeres”. La tasa de empleo de las mujeres disminuye a medida que tienen descendencia. Con tres o más hijos, la actividad de las mujeres es 25,4% inferior a la de los hombres en igual situación.
Subir salarios y un modelo público de cuidados
Las diferencias siguen siendo “enormemente altas” a pesar de que con la subida del salario mínimo y la estabilización del empleo fomentada por la reforma laboral ha descendido en seis puntos desde 2018, por lo que la secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo ha abogado por la subida de salarios, el reconocimiento de derechos como el de permisos de cuidados retribuidos que permitan no ya la conciliación, sino la corresponsabilidad entre hombres y mujeres y medidas en las empresas como el de los planes de igualdad.
Precisamente, sobre el proyecto de Ley de Familias, Vidal ha comentado que “un permiso para cuidar que no sea retributivo tiene un gran impacto negativo en las mujeres y en el avance de la corresponsabilidad. Eso ya lo tenemos, es una excedencia”.
Además, han asegurado que es necesario poner en marcha medidas específicas para reducir la parcialidad, estableciendo jornadas mínimas y revisar los criterios retributivos. En este sentido, ha afirmado que “los planes de igualdad se tienen que empezar a notar. Los agentes sociales tenemos que poner en valor lo que está aportando a la igualdad entre géneros, que es mucho”.
En su opinión, ya es importante “el hecho de valorar y hacer públicas las retribuciones”, al menos “para darnos en la cara por las desigualdades que hay entre hombres y mujeres” de modo que sea posible “poner soluciones”.
Ley de indexación y contratación pública
Por su parte, Sordo, ha incidido en cómo se están configurando los sectores de cuidado que a pesar de la responsabilidad pública sufren la externalización sistemática. “Suelen ser sectores muy feminizadas, con responsabilidad pública, pero con actividades que se canalizan a través de empresas privadas, en procesos de subcontratación, externalización y licitación”, ha señalado.
También ha denunciado que “no es ninguna casualidad que la gran reforma que viene de la época de la austeridad sigua intacta”, en referencia a las leyes de indexación de la economía y de contratación Pública, que están limitando “de forma drástica las posibilidades de mejorar los salarios de las mujeres”.
De ahí que Sordo haya abogado por “armar un verdadero modelo de cuidado, un gran pacto social de cuidados” porque “en la medida en que resolvamos desde las administraciones públicas cómo se cuida a las personas dependientes, liberas una buena parte del lastre que tienen las mujeres de tener carreras continuas y de la contratación a tiempo parcial”.
Para concluir, el secretario general de CCOO ha propuesto “modificar las estructuras de salarios a través de los planes de igualdad y desarrollar a largo plazo, desde las administraciones públicas, estrategias para afrontar los cuidados, junto con continuar las medidas que han demostrado su utilidad para reducir las brechas de género, como subir los salarios más bajos y estabilizar la contratación”.
Redactor jefe de Noticias Obreras