La Iglesia reclama al Gobierno que atienda, con urgencia y desde el diálogo social, la siniestralidad laboral

La Iglesia reclama al Gobierno que atienda, con urgencia y desde el diálogo social, la siniestralidad laboral
Obispos y miembros de la CEE junto con responsables de salud laboral de CCOO y de UGT
“Es urgente que la Administración convoque a las organizaciones sociales para abordar los problemas estructurales relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo, adoptando medidas que permitan reducir la actual incidencia de los accidentes laborales y enfermedades profesionales”, reclama la Conferencia Episcopal Española (CEE)

La herida en el mundo del trabajo es enorme: 826 personas trabajadoras perdieron la vida en 2022, 121 más que en igual periodo de 2021, lo que supone un dramático aumento del 17,2%. El número de siniestros laborales registrado ha sido de 1.196.425, de los cuales 631.724 han sido con baja laboral y 3.801 de carácter grave.

Esta realidad sufriente se ha abordado este martes, en el aula papa Francisco de la CEE, en el encuentro convocado por la Iglesia española, para dialogar con CCOO, UGT y CEOE, tal y como había adelantado Noticias Obreras, para abordar la grave situación de siniestralidad laboral.

“Ir a trabajar y encontrarte con la muerte no es de recibo”, ha dicho Abilio Martínez, obispo de la Pastoral del Trabajo, según recoge la cuenta de Twitter de la Pastoral Social.

Un encuentro, desarrollado por separado, ha reunido a los responsables de salud laboral de CCOO y UGT, Mariano Sanz Lubeiro y José de las Morenas de Toro, respectivamente; a Luis Méndez y a Mª Cruz Marino, de CEIM-CEOE; con la Conferencia Episcopal, a través de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social que ha contado con la participación de su presidente, Jesús Fernández; el obispo responsable de la Pastoral del Trabajo, Abilio Martínez; el obispo responsable de Pastoral Penitenciaria, Fernando García, y el obispo responsable de Pastoral de Migraciones, José Cobo. Ha habido interés de algunos obispos por este encuentro, no pudiendo asistir por problemas de agenda. También han estado en el diálogo, el secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana, Fernando Fuentes; el secretario técnico de la Subcomisión, Vicente Martín; y el director del departamento de Pastoral del Trabajo, Antonio Javier Aranda.

La Iglesia ha querido trasladar su preocupación y “afirmar que la vida es el mayor bien que atesoramos. Un don que hemos de honrar viviéndola con dignidad. Dignidad para labrar un futuro, para relacionarnos de igual a igual, en hermandad, para poder vivir de acuerdo con nuestra vocación de hijas e hijos de Dios”.

En el horizonte más inmediato, los obispos se plantean elaborar una reflexión sobre esta “tragedia muy extendida“, en palabras del papa Francisco, consecuencia de un trabajo indecente, y un “escándalo intolerable” –según denuncia la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)– de muertes, accidentes y enfermedades laborales, para hacerla coincidir con el Día Internacional de de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, del próximo 28 de abril.

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En este sentido, desde la Conferencia Episcopal subrayan la necesidad de “cuidar esa dignidad (…) También en el ámbito laboral, debemos preocuparnos por cuidar de la salud de quienes trabajan. No en vano, pasamos un tercio de nuestra vida en el trabajo. En muchas ocasiones realizando movimientos repetitivos y antinaturales, o lidiando con condiciones de todo tipo que agreden nuestro cuerpo, y también, con consecuencias, psicológicas y sociales”.

Dignificar las condiciones de trabajo

La doble reunión ha permitido compartir “el valor que tiene la vida y la necesidad de dignificar las condiciones de trabajo para poder reducir drásticamente la actual situación de pérdida de salud y accidentalidad en el mundo del trabajo”, señala la nota del encuentro publicada en la web de la Conferencia Episcopal Española.

“No hablamos solo de seguridad laboral y prevención sino sobre todo de derechos laborales porque si no acabamos culpabilizando al trabajador, ha subrayado José Cobo.

Además, la Iglesia ha reconocido los esfuerzos de agentes sociales y Administración “para combatir esta lacra”. Sin embargo, reclama que se atienda, con urgencia y desde el diálogo social, “los problemas estructurales relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo, adoptando medidas que permitan reducir la actual incidencia de los accidentes laborales y enfermedades profesionales”. Jesucristo “sufre en todas aquellas personas que enferman, se lesionan o mueren mientras trabajan”, por eso “no podemos apartar nuestra mirada de tanto sufrimiento. Hagamos nuestras, una vez más, las palabras del papa Francisco: “¡No más muertes en el Trabajo! y esforcémonos en lograrlo”, exhortan.

Por eso, la Subcomisión se propone dar “un nuevo impulso” al llamamiento que realizaron obispos hace más de dos décadas a propósito de la situación de la salud laboral que “urge a los cristianos a comprometerse activamente por un trabajo sin víctimas, en defensa de la vida, colaborando según las posibilidades de cada uno a formar, en nuestra sociedad, la conciencia de la gravedad de la situación y sus causas, y seguir apoyando la promoción del mundo del trabajo en el conocimiento de los derechos y también de las obligaciones de los trabajadores respecto a la salud laboral, para exigir su respeto y comprometerse en observar la normativa laboral”.