El movimiento vecinal promueve una proposición no de ley para conseguir su reconocimiento

El movimiento vecinal promueve una proposición no de ley para conseguir su reconocimiento
El movimiento vecinal impulsará una proposición no de Ley (PNL) que reconozca su papel como actor social y cauce de participación ciudadana, consolide los cauces de “participación ciudadana” y salde una “deuda histórica”.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, recibió el pasado 2 de febrero a una representación de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV), que integra a unas 3.000 organizaciones repartidas por toda España.

“Somos un movimiento plural, diverso, estructurado y extendido territorialmente, con entre 800.000 y un millón de personas detrás, que defendemos el interés general, con nuestras dificultades y contradicciones, por lo que pensamos que merecemos un reconocimiento como cauce de participación que somos”, explica el presidente de la Confederación, Juan Antonio Caballero.

El tejido asociativo local organizado, considera, tiene mucho qué decir en el diseño de las políticas relacionadas con el cambio climático, la transición energética, la nueva movilidad, el acceso a la vivienda, el cuidado de las personas mayores, la lucha por la igualdad y la exploración de un nuevo urbanismo, por citar algunos retos actuales.

Interés general

Caballero explica que “no somos expertos como lo pueden ser organizaciones sectoriales, pero tenemos interés por todo lo que afecta a la vida de los vecinos y vecinas. No hablamos como pacientes, aunque seamos pacientes y usuarios de la Sanidad, por ejemplo. Consideramos que junto a las demás organizaciones tenemos que tener la posibilidad de participar en la elaboración de las leyes, en la aplicación y evaluación de las medidas que nos afectan”

Integrantes de su Junta Ejecutiva de CEAV y de diferentes territorios del Estado (Aragón, Zaragoza, Madrid, Cataluña, València, Comunidad Valenciana, Galicia…) pudieron transmitir a la presidenta del Congreso su intención de conseguir un reconocimiento explícito del papel histórico jugado por el movimiento vecinal, así como el correspondiente apoyo público.

El movimiento vecinal de nuestro país siente que la Constitución está en deuda. “No nos menciona explícitamente, como sí hace con partidos, sindicatos, empresarios, consumidores…”, comenta el presidente de CEAV. “Tal vez, se pensó que con la formación de los primeros ayuntamientos elegidos democráticamente y legitimados por los votos no hacían falta las asociaciones vecinales y a nosotros mismos nos costó pasar de estar a la contra de administraciones antidemocráticas a colaborar con la nueva administración”, añade. “Pero seguimos existiendo y funcionan, eso es por algo, porque lo que hacemos es necesario”, reflexiona.

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Abrir puertas

La proposición no de ley sería, no solo una manera de saldar esa deuda, sino que legitimaría e impulsaría la participación de los vecinos en los órganos de consulta y decisión. “Tenemos representación en algunas instituciones, gracias a que hemos empujado para ello, pero se trata de reforzar y facilitar nuestro papel como instrumentos de participación. Una propuesta como la que defendemos podría suponer cambios en las leyes autonómicas y locales, la creación de nuevos órganos y sobre todo haría todo más fácil. Se trata de abrir puertas, que a lo menor no vamos a traspasar, pero ahí quedan”, razona Caballero.

En la actualidad, la confederación participa en el Consejo Estatal de Desarrollo Sostenible y mantiene la interlocución, con resultado dispar, con las Administraciones. Caballero detalla que “hay alcaldes o alcaldesas que fomentan la colaboración y participación de las asociaciones vecinas, pero en otras ocasiones se nos considera chiringuitos de la oposición y todo lo que proponemos y hacemos se desprecia. También ha ocurrido que han intentado controlarnos y de eso nunca sale nada bueno”.

La CEAV tiene previsto iniciar las conversación con los diferentes grupos parlamentarios para conseguir que asuman y promuevan una proposición no de Ley de reconocimiento al movimiento vecinal y a sus estructuras como actores y cauces esenciales de participación ciudadana. Su aspiración es que la apoyen el máximo número de partidos políticos, no solo lo suficiente para que salda adelante por mayoría.

Caballero es consciente de que, en época de elecciones, “hay temas que se agilizan y otras que se retrasan, sin que podamos hacer mucho más”.  Por lo pronto, una comisión vecinal está redactando el borrador que pronto entregarán a los partidos políticos con el deseo de que la asuman y la defiendan como propia.