#8M2023: Construyendo juntas un mundo “de pan y de paz”

#8M2023: Construyendo juntas un mundo “de pan y de paz”
Mujeres trabajadoras | Foto, Alberto Díaz
El MMTC  llama a “continuar la lucha que está lejos de terminar”, por la igualdad, el libre acceso a la cultura, a la educación, a los puestos de responsabilidad.

Se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y, en este contexto, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) recuerda las luchas de las mujeres y anima a continuar en ellas, pues cada paso o cada acción por pequeña que sea “es parte de una larga historia por la igualdad y la liberación de la mujer”. Pone de manifiesto que en muchos lugares y desde numerosos ámbitos pueden librarse estas batallas y construir juntas y en pie de igualdad un mundo mejor, un mundo “de pan y de paz”.

A través de un comunicado redactado por dos mujeres del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Brasil, el MMTC repasa algunas de las fechas más importantes en torno al Día de la Mujer: la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de 1910 en Copenhague; la celebración del primer Día de la Mujer en 1911 y cómo días después tenía lugar el incendio del taller textil en Nueva York en el que murieron 140 trabajadoras o aquel 8 de marzo de 1917 en el que más de 90.000 mujeres se manifestaron en Petrogrado exigiendo trabajo y vida dignos y que se conoció como “Pan y Paz”. El 8 de marzo de 1977 una resolución de la ONU insta a sus países miembros a celebrar un Día de las Naciones Unidas por los derechos de la mujer y la paz internacional, que en 2016 se convertirá en Día Internacional de la Mujer.

Todas estas efemérides son solo una pequeña muestra de cuánto han sufrido y sufren las mujeres en la historia. A la vez, indican desde el MMTC, demuestran que a pesar de los obstáculos, han luchado con determinación y valentía para alcanzar su ideal de paz y justicia. “Esta historia de luchas derrota a la sociedad patriarcal que quiere ver a la mujer sumisa al hombre”, aseguran.

Con el ejemplo cercano de las once ministras que hay en estos momentos en Brasil, el MMTC evidencia cómo ahora estamos presenciando el aumento de mujeres que ocupan puestos en la toma de decisiones que antes estaban reservados para los hombres. También mencionan la ley 11.340/2006 “Maria da Penha’’ que facilita la denuncia y por lo tanto la prevención con penas más severas para los delincuentes que han ejercido violencia contra la mujer.

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No obstante y a pesar de los avances, la lucha está lejos de terminar, pues el machismo, la violencia contra la mujer y el patriarcado siguen muy presentes. En el comunicado redactado por el MTC de Brasil, las trabajadoras cristianas hacen referencia a la situación de las mujeres hoy en muchos lugares del mundo como Afganistán, Irán o países con guerras en las que las que más sufren son las mujeres junto a los niños y niñas. Así, indican que “la lucha por la igualdad, por el libre acceso a la cultura, a la educación, a los puestos de responsabilidad será larga”. “Acabar con el patriarcado llevará mucho tiempo y muchas batallas. Estas luchas comienzan con la educación de niños y jóvenes para contrarrestar la imagen distorsionada que la sociedad patriarcal transmite sobre el papel de hombres y mujeres”, añaden.

El MMTC recuerda cómo en el Evangelio Jesús rompe un tabú en su conversación con la samaritana junto al pozo de Jacob. Jesús no la juzga y le ofrece probar el “agua viva” para que nunca más tenga sed. Estas palabras suponen para la mujer una liberación que hace que se atreva a ir más allá de los prejuicios y las tradiciones para dar testimonio de lo que ha vivido en este diálogo con Jesús.

Confiando en todas las luchas pasadas de quienes nos han precedido desde el principio de los tiempos “debemos continuar la lucha que está lejos de terminar”, indican desde el MMTC, animando a las mujeres desde los espacios de educación y promoción de la mujer, desde la lucha por políticas públicas para la igualdad y el acceso a puestos de responsabilidad, desde el asesoramiento sobre salud, educación y asistencia a personas mayores, desde la seguridad pública y la lucha contra la violencia o desde cualquier otro ámbito a que continúen construyendo un mundo mejor.