Caminar juntos

Caminar juntos

Si caminamos juntos, perderemos el miedo
de caer en el barro de las dudas,
pues siempre habrá una mano que rescate
las palabras desnudas que se alojan
en los rincones más sensibles.

Si caminamos juntos, sentiré tu cobijo
cuando el relente nos invada
y vivamos el frío en nuestra piel.

Si caminamos juntos, temblarán nuestras manos
al sentir el dolor del otro como propio,
pero se harán fuertes.

Si caminamos juntos,
espera porque apenas puedo
seguir el ritmo de tus pasos
y una fatiga al pecho se me agarra.
Cuando muera la noche de esta ciudad sin tiempo,
seremos unos cuantos
pero todos unidos.

Si caminamos juntos, seremos comunión
de tantos sueños, un cántico breve
nuestras voces que rompen el silencio.
Si los sueños os arden,
detened los susurros que nacen de los labios,
que la voz sea limpia
y tu vientre, refugio de nuevas esperanzas.
El viento calmo busca sus mareas,
y en los árboles (donde anida tu ilusión)
ha dejado las ramas en reposo
–esa quietud serena de la tarde–.

Si caminamos juntos, haremos de este mundo
la tierra nueva
porque al mirar el revés del dolor
encontraremos la suave sonrisa,
la paz donde se orean los pañuelos
que enjugaron tus lágrimas.
Deseo que en el haz y el envés de cada espera
nos encontremos.

Como un nómada quiero caminar junto a ti.

Estado de exilio

Aquel viejo que limpiaba platos
en una cafetería de Saint-Germain
y de noche
cruzaba el Sena
para subir a su habitación
en un octavo piso
sin ascensor sin baño
ni instalaciones sanitarias
era un matemático uruguayo
que nunca había querido viajar a Europa.

Estado de exilio
Cristina Peri Rossi
96 págs. Visor Libros. 2013
XVIII Premio Internacional Unicaja de poesía Rafael Alberti

Cristina Peri Rossi (Monte-video, Uruguay 1941) en 1972 se exilia en España, escapando de una dictadura. Eligió Barcelona para vivir el exilio que, como bien dirá ella, «fue una experiencia larga, dolorosa y totalizadora, que no cambiaría por ninguna otra». En Estado de exilio nos muestra la autora su situación y el exilio, lo que conlleva y lo que son para ella las pérdidas. Cincuenta poemas componen este libro y hay que sumar la correspondencia con Ana María Moix. El dolor ya lo expresa en el primer poema: Tengo un dolor aquí, / del lado de la patria. Y al sentirse lejos de su familia deja entrever en este pequeño poema las palabras de su madre en la distancia, la ausencia que les golpea el corazón, la soledad y el desamparo: Carta de mamá: / Y si todos se van, hija mía, / ¿qué vamos a hacer los que nos quedamos?

Su madre, maestra, la inició en el amor a la literatura y la instruyó en los ideales feministas de igualdad. Cuando habla del torturador, la angustia, la tristeza y el horror de que ni una palabra detenga las torturas, nos muestra la indefensión ante la violencia y, a pesar de todo, es cuando nos dice en sus versos: Pero cuando la palabra escrita / en el margen en la página en la pared / sirve para aliviar el dolor de un torturado, / la literatura tiene sentido.

Obtuvo el premio Cervantes 2021 y como, diría Nares Montero, es necesario «que se valore en este grado a una autora migrante (incluso apátrida en un momento de su vida) en un país como el nuestro, tan exaltado de sí».

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Cuando llegas

Hay conversaciones
que son, solo,
monólogos superpuestos.
Hay diálogos sin rumbo,
buscando atracar
en algún asunto habitable,
pero mientras avistan tierra,
navegan por el mar de los tópicos.
(…)
Con otros,
igual de frágiles,
igual de fuertes,
igual de humanos,
haremos surcos
en la tierra fértil
para seguir sembrando
un evangelio de carne y hueso…

Cuando llegas
José Mª Rodríguez Olaizola
Editorial Mensajero 2021
520 págs.

José María Rodríguez Olaizola, Jesuita. (Oviedo 1970) Licenciado en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Teología por Comillas (Madrid) y Berkeley (California).

Muchos de sus escritos son ensayos, pero ahora nos encontramos con un libro de poemas que a la vez son oraciones, Cuando llegas. Como él decía en una entrevista «cosas que pasan cuando llega quien esperas, el tú puede ser el mismo o no, las respuestas también son distintas».

El autor nos comunica a través de sus poemas, todo aquello que le lleva a reflexionar en la búsqueda, en las encrucijadas, en la resistencia, en el balance que hacemos de nuestra vida y en la encarnación. Reflejo de esta forma de pensar y vivir viene explicitado en sus versos. Haz en tu porción de tierra, / un jardín, un huerto, o un parque, / no una trinchera. Y se acerca a la necesidad del hombre: Todos necesitamos, / alguna vez, / alguien / que toque, con ternura, / nuestras cicatrices. O, para hacer balance, Quizá duela un poco / el bien que no hicimos. Nos invita, con estos dos versos, a estar atentos y despiertos: También a mí me eliges, / y yo, sin enterarme…

Cuando lo leemos nos sentimos identificados desde nuestro ser personal. Tiene una forma de decir tan universal que no deja indiferente.

Decía en un tuit: «Hoy, leer, estudiar y pensar antes de hablar es resistencia y profecía».