El impacto de las múltiples crisis genera una pérdida de 112 millones de puestos de trabajo
La 9ª edición del Observatorio de la OIT sobre el mundo del trabajo indican un cambio de tendencia en la recuperación del mercado de trabajo. Las horas de trabajo a escala mundial se han reducido en el primer trimestre de 2022, hasta situarse un 3,8 por ciento, equiparable a una pérdida de 112 millones de empleos a tiempo completo
En vísperas de la 110 Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), el llamado parlamento mundial del trabajo, que comienza el próximo viernes 27 de mayo y se prolongará hasta el 10 de junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha presentado, este lunes, un nuevo informe que recoge el impacto de las múltiples crisis en el mundo del trabajo –fundamentalmente la pandemia y la guerra en Ucrania– y se desprende que la recuperación de trabajo “se ve amenazada por varias crisis internacionales mutuamente relacionadas, así como por el aumento de la desigualdad”.
“La recuperación del mercado de trabajo a escala mundial ha invertido su tendencia favorable. La suma de los efectos de varias crisis mutuamente relacionadas ha hecho que la recuperación frágil y desigual que se estaba produciendo sea actualmente más incierta. Los efectos en los trabajadores y sus familias, en particular en los países en desarrollo, van a ser devastadores y podrían repercutir de forma muy adversa en los planos sociales y políticos”, ha manifestado Guy Ryder, director general de la OIT.
Pérdida de empleo, aumento de desigualdades y brechas de género
El noveno estudio del Observatorio sobre el mundo del trabajo pone de manifiesto que “la cantidad de horas de trabajo a escala mundial se redujo en el primer trimestre de 2022, hasta situarse un 3,8 por ciento por debajo del nivel de referencia, correspondiente al que existía antes de la crisis (cuarto trimestre de 2019)”. Esta pérdida de horas de trabajo es el equivalente a 112 millones de empleos a tiempo completo.
La OIT indica que las diferentes crisis están “mutuamente relacionadas”, particularmente “las provocadas por la inflación (sobre todo con respecto a los precios de la energía y de los alimentos), la inestabilidad financiera, las posibles dificultades por endeudamiento y la interrupción de la cadena de suministro mundial, exacerbada por la guerra en Ucrania” repercutirán a lo largo de los próximos meses en la cantidad de horas de trabajo. El informe destaca que la recuperación de horas de trabajo afecta en mayor medida en las economías más pobres ya que en estas “se produjo un retroceso” y a demás esta tendencia seguirá en el segundo semestre del año.
Transcurridos más de dos años del comienzo de la pandemia, la OIT denuncia que la mayor parte de los trabajadores –tres de cada cinco– aún no han recuperado sus ingresos por trabajo. Del mismo modo, la brecha de género con respecto a la cantidad de horas de trabajo también se amplió a raíz de la pandemia y que las mujeres con empleo informal han sido las más afectadas.
La inflación erosiona la recuperación y los ingresos de los trabajadores
El estudio advierte de la creciente inflación mundial debido el aumento de los precios de los alimentos y de la energía y las perturbaciones del suministro, “añade elementos de riesgo para la recuperación y provoca una erosión de los ingresos reales de los trabajadores y sus familias”. En ausencia de aumentos salariales acordes, dice la OIT, la demanda agregada –la suma de bienes y servicios que los consumidores, las empresas y el Estado están dispuestos a comprar a un determinado nivel de precios– podría caer de forma significativa, amenazando así el crecimiento económico y el empleo.
Recuperación centrada en las personas
En el informe se enumera un conjunto de medidas cuya aplicación se recomienda en el futuro, en consonancia con el Llamamiento mundial a la acción de la OIT para promover una recuperación centrada en las personas y el Acelerador mundial para el empleo y la protección social, iniciativa de la ONU que coordina la OIT.
“Hoy es más necesario que nunca que colaboremos y hagamos hincapié en fomentar una recuperación centrada en las personas”, ha reclamado Guy Ryder, director general de la OIT, que dejará su responsabilidad el próximo mes de octubre.
Dichas medidas abarcan desde la importancia de mantener el poder adquisitivo de los ingresos por trabajo y el nivel de vida general de los trabajadores y su familia. La necesidad de promover el diálogo tripartito para propiciar ajustes salariales adecuados y justos, en particular en relación con el salario mínimo, el fortalecimiento de los sistemas de protección social y el apoyo a los ingresos básicos.
El adecuado ajuste de las políticas macroeconómicas, con objeto de abordar las dificultades relacionadas con la inflación y la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que se fomenta una recuperación inclusiva basada en el empleo. Atender a los grupos y sectores más afectados, en particular los trabajadores vulnerables y los que se encuentran en la fase de transición de la economía informal a la formal. La formulación de políticas sectoriales adecuadas a largo plazo que permitan promover la creación de empleo decente y verde, fomentar la sostenibilidad y la inclusión y ayudar a las empresas, en particular las microempresas y las pequeñas y medianas empresas.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)
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