La Iglesia de Sevilla emplaza a situar el trabajo decente como horizonte de justicia

La Iglesia de Sevilla emplaza a situar el trabajo decente como horizonte de justicia
El futuro del trabajo ha sido el eje del XIV Encuentro de Acción Conjunta contra el Paro de la Iglesia de Sevilla, en el que, además, se han presentado las propuestas para la fase diocesana del sínodo sobre sinodalidad.

Este sábado se ha celebrado, en el salón de actos del Seminario Metropolitano, el XIV Encuentro Diocesano de la Acción Conjunta contra el Paro (ACCP). En esta ocasión, las entidades promotoras de la plataforma de la Iglesia de Sevilla, han querido reflejar en su contenido, la preocupación latente por el mundo del trabajo y la aceleración que el impacto de la pandemia está ocasionando en la transformación del mismo.

Según el último informe de la Fundación FOESSA Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19 en España, la cohesión social de nuestro país ha sufrido un “shock” sin precedentes debido a la tensión producida por la crisis en el ámbito económico y del trabajo. De acuerdo con la investigación, la precariedad laboral durante la pandemia se ha duplicado y alcanza a casi 2 millones de hogares que dependen económicamente de una persona sustentadora principal que sufre inestabilidad laboral grave. El informe constata además un empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y trabajadores más pobres.

Teniendo en cuenta que la principal fuente de ingresos de los hogares españoles son las rentas del trabajo, la crisis sanitaria no ha hecho más que agudizar aún más la desigualdad. En términos de renta, el informe revela que la diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 25 por ciento, más que en la crisis de 2008. De esta forma, no podemos más que corroborar que la pandemia ha afianzado el empleo como un factor determinante de exclusión en nuestro país, con más incidencia en Murcia, Andalucía o Canarias.

Con este escenario como referencia, el encuentro ha contado con la intervención de Sebastián Mora, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas y exsecretario general de Cáritas Española, con la ponencia titulada “El futuro del trabajo: transformaciones y alternativas”.

Compromiso con el trabajo decente

Mora ha centrado su intervención en la necesidad que “tenemos como sociedad de repensarnos y recomprometernos en diversos ámbitos económicos y sociales para buscar el bien de los hombres y mujeres desde el mundo del trabajo”.

Recordando las palabras de Juan pablo II en Laborem exercem, 3 “El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social, si tratamos de verla verdaderamente desde el punto de vista del bien del hombre”, Sebastián Mora sostiene que el mundo del trabajo es clave desde la perspectiva del bien de los hombres y mujeres, siendo conscientes de que el trabajo “está cambiando a un ritmo acelerado debido principalmente a los avances tecnológicos, la globalización, la evolución demográfica y el cambio climático”, ha señalado.

En este contexto, Mora plantea “no perder el marco del trabajo decente como horizonte de justicia; repensar fórmulas clásicas como el reparto del trabajo y la renta; y recrear formas colaborativas de economía que pongan en el centro a la persona y no al beneficio”.

El exsecretario general de Cáritas ha finalizado su intervención con las palabras del papa Francisco en Fratelli tutti, “para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial” (LS 129), para lo que es necesario “rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas” (FT, 168) y que se libere del sometimiento a las tecnologías y las finanzas- (Cfr. LS, 54).

El trabajo, principio de vida, e Iglesia misionera

La segunda parte del encuentro ha girado en torno a las propuestas que la ACCP propone para la fase diocesana del sínodo “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” al que está convocada todo el pueblo de Dios.

Un documento compartido y contrastado con los asistentes que plantea dos propuestas. La primera expresa la necesidad de centrar del trabajo como principio de vida. La segunda, una revisión profunda de nuestras parroquias para hacerlas misioneras, para lo que plantean cinco acciones fundamentales:

  • Desarrollar la estructura ministerial en nuestras parroquias.
  • Superar la identificación entre caridad y asistencialismo.
  • Incorporar la DSI a la pastoral de la Iglesia.
  • Reformular los contenidos de los procesos catequéticos y de formación.
  • Posibilitar una profunda espiritualidad laical que nazca del encuentro con Jesucristo en los empobrecidos y se alimente de la oración, de la reconciliación y de la eucaristía.

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