Palabras con sentido

Palabras con sentido
Es radicalmente cierto que el amor por la persona humana y el amor por el pobre se concreta en la promoción de la justicia (san Juan Pablo II, Centesimus annus, 58).

¿Cómo hablar cuando las palabras que quieres expresar se han manoseado tanto que se las ha vaciado de contenido o, incluso, que lleguen a comunicar lo contrario de lo que se quiere decir?

Es verdad que en lo verbal no se agota la capacidad comunicadora que poseen los seres humanos, ni el lenguaje se limita a las entradas del diccionario, ni a las pulsaciones por minuto que demos en un teclado. El ser humano siempre ha encontrado la manera de contar su historia, de acercarse a los demás con los medios a su alcance: la imagen, el sonido, la expresión corporal… siempre ha hallado la forma de transmitir aquello que en su corazón y en su cabeza se debatía.

El deseo de revelar lo que se esconde en nuestro interior, la fuerza para sacarlo a la luz, la imperiosa necesidad de mostrar lo que nos quema por dentro, ese empuje, obra el milagro de la poesía, la música, la pintura, la danza, el cine, la fotografía y otros tantos canales por los cuales encauzar el derroche creativo que posee la persona y su afán por relacionarse y establecer lazos.

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