El líder sindical está dispuesto a un “diálogo sin reserva alguna”, advierte de los riesgos que supone una nueva doctrina del shock, basada en recortes de derechos, y no renuncia
El líder sindical está dispuesto a un “diálogo sin reserva alguna”, advierte de los riesgos que supone una nueva doctrina del shock, basada en recortes de derechos, y no renuncia