Mueren 288 personas trabajadoras por siniestro laboral en los cinco primeros meses del año
En los cinco primeros meses del año han perdido la vida 288 personas trabajadoras en un siniestro laboral, 48 menos que en igual periodo de 2022, según datos provisionales del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
En términos estadísticos, supone un descenso del 14,3% de los siniestros laborales con resultado de muerte. La mayor parte de estos se produce por infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento.
Aunque en febrero de 2022 el naufragio del pesquero Vila de Pitanxo provocó la muerte de 21 marineros, el descenso de muertes en el trabajo en 2023 ha sido superior, lo que parece dar muestras de una consolidación de la tendencia.
Por sectores, los descensos son muy acusados tanto en el sector agrario (-35,4%), como en la industria (-23,4%) y la construcción (-21,7%), experimentándose un incremento más moderado en los servicios (8,3%).
La estadística de Trabajo revela además que de los 288 trabajadores que perdieron la vida en un accidente laboral hasta mayo, 251 eran asalariados (-16,9%) y 37 eran trabajadores autónomos, un 8,8% más.
Menor descenso de los accidentes con baja
Los accidentes con baja laboral disminuyeron un 0,9% hasta mayo en relación al mismo periodo de 2022, hasta un total de 250.232 siniestros, de los que 217.062 se produjeron en el centro de trabajo (un 2,6% menos) y 33.170 fueron accidentes in itinere (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo o viceversa), con un avance interanual del 11,5%.
El grueso de este descenso corresponde a las actividades sanitarias y de servicios sociales (14.688 accidentes con baja menos y un descenso de -45,5%), que en los cinco primeros meses de 2022 sufrieron un fuerte incremento en la notificación, derivado del impacto de la variante omicron de la COVID-19 en estos colectivos. Por el contrario, la mayoría del resto de secciones de actividad registran incrementos, especialmente intenso en el caso de la hostelería que llega hasta un 13,4%.
En cuando a la incidencia, se produce un descenso del -5,1% de la incidencia general, en su mayor parte debido a la bajada del -47% de las actividades sanitarias y de servicios sociales, mientras que en la mayoría de las secciones de actividad se aprecian aumentos destacando la hostelería con un incremento del 6,5%.
“Desde CCOO creemos que hay que ser prudentes al analizar la evolución de la siniestralidad en la primera parte del año”, ha señalado Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental del sindicato.
“Todavía es pronto para hacer un análisis riguroso de la evolución de los accidentes con baja una vez se hayan despejado los impactos que han tenido las últimas oleadas de COVID-19 en el personal sanitario y sociosanitario. Y esperemos que la tendencia de descenso de los accidentes mortales se vaya consolidando para lo que resta de año, aunque recordemos que venimos de unos ejercicios en el que la siniestralidad mortal se disparó”, ha resaltado Sanz Lubeiro.
Fuera de los programas laborales
En su opinión, “es necesario que continuemos dando impulso a la mejora de las políticas de prevención de riesgos laborales para que estas cifras se reduzcan de manera continuada y significativa y para ello es vital que las actuaciones previstas en los planes de actuación de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo se pongan en marcha sin más demora”.
También el sindicalista ha reconocido que echa falta que los programas electorales que presentan los partidos políticos en las elecciones generales no realicen propuestas más concretas, “para abordar un problema de salud de primer orden como es el de los accidentes de trabajo en España”.
Redactor jefe de Noticias Obreras
