La solidaridad como camino de justicia social y esperanza

La solidaridad como camino de justicia social y esperanza
En un texto publicado en su cuenta personal de Instagram, el sacerdote Mattia Ferrari, coordinador de la plataforma del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, reafirma la fuerza de la solidaridad organizada como motor de justicia social y esperanza. Su mensaje, compartido tras los ataques de un periódico de Roma y tras recibir numerosas muestras de apoyo, pone en valor a las comunidades y movimientos que hacen de la fraternidad, el servicio y la lucha por la dignidad un proyecto de vida personal y colectivo

En su mensaje, Ferrari aclara que el objetivo de estos ataques “no soy yo, sino quienes construyen solidaridad y luchan por la justicia”, y sitúa el foco en comunidades que han hecho de la solidaridad “un proyecto de vida personal y colectivo”.

Según explica el sacerdote de Mediterranea Saving Humans y miembro de la comunidad de Spin Time, se cuestiona a aquellas experiencias que promueven la justicia social y la fraternidad como valores políticos fundamentales, encarnados en prácticas concretas, relaciones comunitarias y opciones de vida coherentes.

“La solidaridad se ha vuelto subversiva”, afirma en el texto, una expresión que utiliza para describir el creciente señalamiento público de iniciativas que acompañan a personas vulnerables y defienden los derechos humanos.

Ferrari recuerda que esta idea ha sido reiterada especialmente desde el denominado caso Paragon, al que vuelve a aludir en su publicación, subrayando que siguen a la espera de respuestas. “Seguimos exigiendo la verdad para poder llevar a cabo una reconciliación real”, escribe.

“La solidaridad es sistemáticamente objeto de espionaje”

El caso Paragon reveló que Mattia Ferrari fue una de las personas espiadas mediante herramientas de vigilancia digital avanzadas, presuntamente utilizadas por entidades gubernamentales. La notificación fue realizada por la empresa Meta en febrero de 2024 y afectó también a otros activistas, como Luca Casarini o David Yambio vinculados a la ayuda humanitaria y a los movimientos sociales.

En aquel momento, según contó a noticiasobreras.es, Ferrari alertó de que “hacer el bien a la gente, ayudar a los necesitados, parece haberse convertido en un acto subversivo que debe ser castigado”, y reclamó “transparencia y verdad” para esclarecer lo sucedido, situando estos hechos en un contexto más amplio de criminalización de la solidaridad.

Movimientos populares y acompañamiento de la Iglesia

En su mensaje en Instagram, Ferrari recuerda también su responsabilidad como coordinador de la plataforma del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares y su contacto cotidiano con movimientos de distintos lugares del planeta que, según afirma, “generan un mundo nuevo” a través de sus luchas, sus prácticas comunitarias y sus relaciones.

En este sentido, destaca “que no estamos solos, sino que somos muchos, muchos: somos una multitud que lucha, sirve y espera y lo hace porque aman, como nos recordó el papa León XIV” en el quinto encuentro de movimientos populares.

A estas experiencias las define como “la aurora de un mundo nuevo” y subraya que cuentan con el acompañamiento de la Iglesia. “La Iglesia los acompaña: es el mandato que le dio Jesús”, escribe, situando esta línea de acción en continuidad con el magisterio del papa Francisco y con el actual pontificado de León XIV.

Un mensaje de perseverancia y esperanza

El texto concluye con una llamada a perseverar en el compromiso desde una clave de esperanza. Ferrari anima a “amar, servir y luchar con la alegría del Evangelio”, una alegría que, según afirma, nace del amor fraterno y de la experiencia compartida de construir “otro mundo posible”, una convicción que considera válida tanto para creyentes como para quienes llegan a ella desde la experiencia vital.