La Acción Católica Española profundiza en “Dilexi te” y apuesta por una mayor presencia pública

La Acción Católica Española profundiza en “Dilexi te” y apuesta por una mayor presencia pública
La Acción Católica Española (ACE) reafirma su compromiso de “seguir caminando juntos para hacer presente y reconocer el reino en medio del mundo”, en sintonía con el espíritu de Dilexi te y del pontificado de León XIV

La ACE –que integra las dos ramas: la general y la especializada–  ha celebrado este 29 de noviembre un encuentro de reflexión y trabajo en torno a la exhortación apostólica Dilexi te del papa León XIV, un texto que consideran “una gracia para la Iglesia” y que refuerza su vocación evangelizadora en medio del mundo.

Durante la jornada, los movimientos apostólicos compartieron experiencias, desafíos y propuestas para “seguir siendo fermento en medio de la masa en el seguimiento de Cristo pobre”, según apunta la nota difundida al término del encuentro.

Los movimientos que componen la Acción Católica Española (ACG, FRATER, HOAC, JEC, JOC, MJRC, MRC y PX) expresaron su gratitud por la exhortación del nuevo pontífice, al entender que sus palabras “refuerzan e iluminan nuestra vocación y misión”. La ACE afirma sentir un renovado aliento para vivir su presencia evangelizadora desde la cercanía con las personas empobrecidas, siguiendo el estilo de Jesús.

El encuentro contó con la aportación de Fernando Díaz, anterior consiliario general de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), quien presentó de forma cercana las novedades y claves del documento. Entre los aspectos subrayados, destacan varias intuiciones centrales: la revelación que muestra el camino elegido por Dios para salvar al mundo: “siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”; la comprensión de la caridad como “justicia restaurada”; o la afirmación de que “las personas empobrecidas son sujetos de la evangelización, no objetos de beneficencia”.

Una llamada a unir fe y vida

Díaz Abajo insistió también en la necesidad de “salir de nuestras comodidades e inercias” para dejarnos interpelar por quienes viven situaciones de pobreza y aprender de su resiliencia y su confianza en Dios. Asimismo, destacó la convicción de que “no podemos celebrar la fe si hay situaciones de injusticia”, una llamada explícita a unir fe y vida y a situar a los pobres en el centro de la misión eclesial.

Tras la exposición, los movimientos reflexionaron conjuntamente sobre cómo estas claves están presentes en sus realidades y prácticas pastorales. Coincidieron en que la exhortación es una invitación a una “transformación evangélica de la Iglesia y de la sociedad”, que exige un seguimiento más cercano del estilo de vida de Jesús y su opción preferencial por los pobres.

Presencia pública, nuevos márgenes y comunión

La reunión permitió también compartir experiencias y discernir propuestas para fortalecer la presencia pública de la fe en una sociedad cambiante, así como para estar presentes en “los nuevos márgenes” donde se viven las vulnerabilidades actuales.

Los movimientos plantearon la necesidad de seguir creando “espacios de comunión y misión” que superen los límites estrictamente eclesiales.