El V Encuentro Mundial de Movimientos Populares abre en Roma con un mensaje de esperanza, continuidad y organización como fuerza transformadora

El V Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP) arrancó en Roma con un fuerte mensaje de esperanza y continuidad entre los pontificados de Francisco y León XIV. En el simbólico edificio de Spin Time movimientos populares y eclesiales, realizaron la apertura del encuentro. Las intervenciones del coordinador Mattia Ferrari, el cardenal Reina, y las activistas Giovanna Cavallo y Beatrice Tabacco marcaron la primera parte de un inicio cargado de espiritualidad, compromiso y confianza en la organización social como fuerza de cambio.
“El papa León XIV ha querido confirmar este camino y ofrecer su abrazo a los movimientos populares”, afirmó Mattia Ferrari, coordinador del EMMP y capellán de Mediterranea Saving Humans, al inaugurar oficialmente el encuentro en Spin Time, una comunidad fraterna en la ciudad eterna.
El acto de apertura de esta quinta edición, celebrada en la tarde del 21 de octubre, bajo el lema “Organicemos la alianza mundial”, marcó el inicio de una cita que reúne en Roma a 150 representantes de los cinco continentes, delegaciones sociales y eclesiales, militantes y activistas comprometidos con las luchas por la tierra, el techo y el trabajo y por las distintas realidades de humanidad sufriente en este cambio de época convulso donde crece el autoritarismo, la desigualdad, la guerra y el cambio climático.
La presentación se desarrolló en dos partes: la primera con las intervenciones de Mattia Ferrari, el coordinador del EMMP, el cardenal Baldassare Reina, Giovanna Cavallo y Beatrice Tabacco; y una segunda, que será objeto de una crónica posterior, en la que intervinieron los representantes del comité político del EMMP, junto al cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y Juan Grabois, anterior coordinador del espacio mundial de los movimientos populares.
El encuentro contó además con la presencia de miembros de la Curia vaticana, entre quienes se encontraba Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), quien sigue de cerca el proceso de diálogo entre los movimientos y la Iglesia universal.
“Organizar la esperanza”
“El papa León XIV ha querido confirmar este camino y ofrecer su abrazo a los movimientos populares”, afirmó Mattia Ferrari, coordinador político del proceso global de los movimientos populares y capellán de Mediterranea Saving Humans, al inaugurar el encuentro.
Con un tono agradecido y fraterno, Ferrari dio la bienvenida a las delegaciones llegadas de todo el mundo, muchas aún en tránsito o recién llegadas tras largas gestiones de visado, y expresó su gratitud por el esfuerzo colectivo que había hecho posible el reencuentro.
“Tantos de ustedes han trabajado durante meses para poder estar aquí. Gracias a cada uno”, dijo, subrayando el compromiso de sacerdotes, religiosas y obispos que, junto con el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, facilitaron la presencia de representantes de los cinco continentes.
El sacerdote recordó que este proceso nació con el papa Francisco, “a la luz de su experiencia en Buenos Aires, para ayudar a los movimientos populares a fortalecerse en sus relaciones entre sí y con la Iglesia, para caminar juntos y organizar la esperanza”.
Más de una década después, añadió, el camino continúa: “El papa León XIV no solo ha querido confirmar este encuentro, sino también ofrecer una audiencia especial a todos los movimientos populares”.
El encuentro con el pontífice –el primero de su pontificado dedicado a los movimientos populares– se celebrará el jueves 23 de octubre, a las 16 h, en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Ferrari explicó además la principal novedad de esta edición: los delegados no han llegado solos, sino acompañados por representantes de sus Iglesias locales, algunos de ellos obispos o presbíteros enviados oficialmente. “Porque –como decía Francisco– no es solo el Papa, sino toda la Iglesia la que acompaña a los movimientos populares, compartiendo el dolor y la esperanza de los pobres y excluidos”.

Cardenal Baldassare Reina: “Dios parte siempre de los pobres”
Seguidamente, el cardenal Baldassare Reina, vicario general de la diócesis de Roma, ofreció una reflexión espiritual inspirada en la lectura bíblica del día, dedicada a Ester, una mujer que desde su fragilidad se atrevió a enfrentar al poder para salvar a su pueblo.
“Dios parte siempre de los pobres, de los humildes”, afirmó el cardenal, evocando el Magníficat como brújula del compromiso eclesial. “Como Iglesia, queremos situarnos en esa misma línea trazada por Dios: valorizar a los últimos, recoger su dolor y hacerlo nuestro”.
El purpurado destacó que este encuentro se celebra en el marco del encuentro y el posterior evento jubilar de los Movimientos Populares, que nace precisamente “para los más pobres”. “Venir a Roma es una oportunidad para renovar la esperanza y devolverla a quienes la han perdido”, afirmó, vinculando el encuentro con el motivo central del Jubileo: la esperanza como fuerza que impulsa a la organización y al cambio.
Reina subrayó la continuidad entre los pontificados de Francisco y León XIV. “El último documento de Francisco se centró en la devoción al Corazón de Jesús, partiendo de las palabras: “Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único”. El papa León XIV ha querido continuar ese hilo, retomando el texto que Francisco había comenzado sobre el amor a los pobres y que él ha titulado Dilexi te (“Te he amado”)”.
“En esta continuidad nos situamos todos, intentando hacer del amor, que es el nombre de Dios, el nombre de nuestra humanidad”, añadió.
Cerró su intervención con una invitación a “devolver fuerza y ciudadanía a las palabras amor, respeto y acogida”, porque “son el verdadero motor de la humanidad”.
Su mensaje fue recibido con un prolongado aplauso de las delegaciones, conscientes del significado histórico de su presencia: el primer gesto público de León XIV hacia los movimientos populares.
Giovanna Cavallo: “Solo quien habita el margen sabe cómo construir el centro”
Tras el saludo institucional, tomó la palabra Giovanna Cavallo, activista del movimiento de lucha por la vivienda desde hace más de veinte años e integrante de la comunidad de Spin Time, el edificio ocupado y autogestionado que acoge el encuentro.
“Bienvenidas y bienvenidos, hermanas y hermanos de los cinco continentes. Hoy Spin Time no os acoge como huéspedes, sino como parte de un cuerpo común, como parte de su casa”, proclamó.
Cavallo describió Spin Time como “una pequeña síntesis viva de lo que el mundo es y de lo que queremos construir: una convivencia que nace desde abajo y resiste, relanzándose cada día”. En sus palabras, el edificio —habitado por más de 400 personas y atravesado por más de 20 asociaciones— es “una catedral del descarte, cuyas raíces son el deseo de cambio. Aquí no hay propiedad privada: aquí hay propiedad compartida del futuro”.
Denunció el contexto de “un tiempo muy difícil, en el que la paz se ha armado y la seguridad se ha convertido en mercancía”. “Si Trump dice que la paz es fruto de la fuerza, nosotros decimos que nuestra fuerza es la paz justa”, subrayó.
Recorriendo simbólicamente los pasillos del edificio, explicó que cada espacio encarna un proyecto colectivo: “La escuela popular que ayuda a los niños, la oficina de tutela social que abre caminos frente a la burocracia, la red de estudiantes, el teatro, la revista Scomodo… lugares donde la cultura se convierte en emoción y relación, en resistencia y esperanza”.
Cavallo situó a Spin Time en el corazón de una Roma popular que se reconstruye desde abajo: “Hoy Roma no nos mira desde arriba, sino que nos atraviesa desde su corazón subterráneo. Solo quien habita el margen sabe cómo construir el centro. Cada palabra será una piedra y cada propuesta, la mano que la sostenga”.
Concluyó su intervención dedicando el inicio del encuentro a Joseph Dieman de Werber, compañero de la comunidad fallecido el año anterior: “En su nombre, con todo nuestro cariño y nuestro corazón, les damos la bienvenida al lugar donde lo imposible, una vez más, nos concede un ensayo general”.

Beatrice Tabacco: “No se puede hacer política sin organizarnos”
La primera parte de la apertura concluyó con la intervención de Beatrice Tabacco, integrante de la secretaría organizativa del EMMP, responsable de la coordinación logística y del acompañamiento a las delegaciones.
Explicó que el encuentro es fruto del trabajo colectivo de la plataforma internacional de movimientos populares, que articula la cooperación entre seis grandes organizaciones de base de las Américas, África, Europa y Asia, junto con la comunidad anfitriona.
“Aquí se encuentran personas de todo el mundo que hablan muchísimas lenguas diferentes. Es siempre una gran dificultad, pero también una fuente inmensa de esperanza, porque nos obliga a salir de nuestras zonas de confort y a abrirnos al otro”, dijo.
Subrayó que el verdadero sentido político del encuentro reside en su organización misma: “La organización es política. Y por eso es fundamental que esté guiada por un criterio. No podemos hacer política sin organizarnos, y debemos lograr que ambas dimensiones estén profundamente unidas”.
Tabacco habló también de la confianza construida durante los preparativos: “Desde el primer día que empecé a trabajar para este encuentro sentí una gran confianza, no solo en el equipo –donde hay muchas personas nuevas–, sino también en el objetivo final: construir desde abajo, romper esquemas y techos de cristal, y practicar, no solo imaginar, ese mundo nuevo que deseamos”.
Recordó que no todos los invitados pudieron llegar a Roma: “Desgraciadamente no todas las personas tienen el mismo privilegio cuando se trata de viajar. Muchos no han podido venir por cuestiones de visado. Pero esto nos da fuerza para seguir, para que la voz de quienes estamos aquí llegue también a quienes no han podido venir, y para que algún día podamos encontrarnos todos”.
“Somos muchos, en los lugares más pequeños y más grandes del mundo. Es una cuestión de tiempo, de práctica, de confianza y de escucha. Queremos escuchar también a quienes no están aquí”, añadió.
Para la activista, los resultados de este esfuerzo colectivo superan con creces las dificultades logísticas:
“A pesar de todos los problemas, los frutos son mucho mayores. Lo que queda son los lazos, la fuerza compartida y la certeza de no estar solos. Saber que en la otra parte del mundo hay alguien que piensa como tú te da fuerza y esperanza”.
Sus palabras cerraron la primera parte de la jornada inaugural, marcando el tono que acompañará todo el encuentro: unidad, diversidad, confianza y esperanza organizada.
Un comienzo cargado de sentido
Así se abrió, en Spin Time, la primera jornada del V Encuentro Mundial de Movimientos Populares –el primero del pontificado de León XIV, en un clima de emoción, fraternidad y compromiso.
Entre los espacios de este edificio símbolo de autogobierno popular y solidaridad, ya resuenan las tres grandes palabras que desde el inicio inspiran este proceso: tierra, techo y trabajo, acompañadas esta vez de una cuarta: esperanza.
Porque, como recordó Mattia Ferrari, retomando las palabras del papa Francisco, “organizar la esperanza es también una forma de amar”.

Director de Noticias Obreras