Documento | Carta del V Encuentro Mundial de Movimientos populares al papa León XIV

Hermano papa León XIV:
Hoy estamos aquí presentes, hombres y mujeres de los pueblos del mundo, pero también traemos en la memoria a quienes les fue arrebatada la vida por luchar por los sagrados derechos a la tierra, el techo y el trabajo, y para compartirle esta carta, fruto de los diálogos compartidos, de nuestros anhelos, propuestas y horizontes, de nuestras vidas y compromisos por avanzar hacia una cultura de la vida, una cultura del encuentro, una cultura samaritana que ayude a toda la humanidad a encontrar caminos de paz para una vida digna.
Venimos cargados y cargadas de dolor, de sufrimiento, porque son experiencias vividas cada día junto a nuestros hermanos y hermanas, gritos de dolor de nuestros pueblos y de nuestra casa común. Pero también vivimos una resistencia esperanzada, porque creemos en el valor de la solidaridad y de las alianzas fraternas. No queremos participar de la narrativa de la globalización de la impotencia: nuestro compromiso, por humilde que sea, transforma realidades de sufrimiento.
Uno de los gritos más potentes que resuena en este cambio de época tan convulso que estamos viviendo es el de la violencia, donde parece que la última palabra la tienen la muerte y la destrucción que tantos pueblos están sufriendo. Es urgente hoy reivindicar la cultura de la paz y la no violencia: anhelamos el sueño compartido de una paz “desarmada y desarmante”. Denunciamos el escaso valor que hoy se da a la vida y a la dignidad de millones de personas en todas las periferias del planeta. Unas guerras que lo único que hacen es alimentar la gran maquinaria armamentística. ¡Estamos cansados y cansadas de tanta violencia! Afirmamos que sin justicia social no hay paz ni dignidad.
Hay muchos gritos en este contexto global, con sus complejidades sociales, políticas y económicas. Estamos viviendo en un mundo en el cual, como señaló junto a nosotros nuestro querido papa Francisco: “Este sistema ya no se aguanta. No lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra. Necesitamos seguir promoviendo un cambio.”
Seguimos afirmando que la tierra, el techo y el trabajo son derechos sagrados, necesidades que buena parte de la humanidad no puede cubrir a causa de un modelo de sociedad que nada tiene que ver con el Reino que Dios quiere para su pueblo; son la base de la justicia social reflejada en el magisterio de la Iglesia. Hoy, ante los enormes retos globales, nos hemos sentido invitados e invitadas desde las periferias del mundo a soñar, a caminar juntas y juntos, y a renovar la faz de la tierra.
Este Quinto Encuentro Mundial de Movimientos Populares es también un momento de inmensa promesa. Es la primera Peregrinación Jubilar de los Movimientos Populares, en la que nuestro querido cardenal Michael Czerny nos dice que “es una celebración de una visión, de una declaración, de un mundo en el que nadie vive sin comida ni agua, ninguna familia sin alojamiento, ningún trabajador rural sin tierra, ningún obrero sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ningún individuo sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin futuro, ningún anciano sin una vejez venerable”.
Le expresamos nuestra gratitud al recordar que “el amor a los pobres está en el centro del Evangelio”, y porque nos anima a construir puentes que superen las divisiones, puentes lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de nuestros sufrimientos y de nuestros sueños.
Gracias por acogernos. Nos sentimos acompañados y queremos seguir dialogando con esta Iglesia acogedora. Nos necesitamos caminar juntos, porque necesitamos una Iglesia con los pobres como expresión de amor fraterno.

Redacción de Noticias Obreras.



