Llamada a secundar las iniciativas no violentas por la paz en Palestina

Numerosas entidades cristianas llevan tiempo denunciando la masacre en Gaza. Ahora Justicia y Paz eleva el tono para reclamar “el apoyo a iniciativas no violentas por la paz”.
Muy conscientes de que “el silencio nos hace cómplices”, integrantes de Justicia y Paz se hicieron presentes en la despedida de la flotilla que zarpó del puerto de Barcelona el pasado día 31 de agosto para apoyar la llamada Global Sumud Flotilla, cuya acercamiento a aguas bajo jurisdicción israelí está prevista para dentro de unos días. El cardenal de Rabat, Cristóbal López, expresó igualmente su simpatía por esta acción no violenta.
Entonces, desde Justicia y Paz quisieron convertirse “en presencia y apoyo en tierra firme de las personas que navegan hacia Gaza, arriesgando su vida para abrir corredores humanitarios, ofreciendo sus cuerpos y sus vidas como únicas armas de defensa”. Entendía que “no puede haber amor más generoso que dar la vida por otras personas” y que son necesarias “nuestras voces y apoyos”.
En la anterior Marcha Global a Gaza, que trataba de llegar al puesto fronterizo de Rafah para romper el cerco al que Israel somete a Gaza participó una simpatizante de la HOAC. Ese movimiento de trabajadores cristianos, junto a otros colectivos como Redes Cristianas o a Parroquia San Carlos Borromeo, se ha hecho presente en algunas de los muchos gestos públicos contra el genocidio perpetrado por el Ejército israelí, en lugares como Barcelona, Canarias, Madrid, Málaga o Valencia.
El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha expresado su profunda preocupación ante la guerra en Tierra Santa, y llegó a afirmar que “no podemos acostumbrarnos a la guerra de rasgos genocidas en Gaza”.
La Conferencia Episcopal Española se unió a una jornada de ayuno y oración por la paz convocada por el papa León XIV el 22 de agosto, para implorar por “la paz y la justicia” y la intercesión de la Santísima Virgen María, mientras “nuestra tierra sigue herida por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo”.
El Papa reiteró a primeros de septiembre al propio presidente israelí, Isaac Herzog, la “solución de dos Estados como única vía de salida de la guerra”.
No bastan, aunque sean necesarias, las proclamaciones a la paz
La propia Justicia y Paz viene pronunciándose públicamente contra la masacre de Gaza, pero esta vez lo hace con un tono apremiante: no bastan, aunque son necesarias, proclamaciones por la paz”, sino que sienten que “se nos reclaman, ¡ya!, gestos concretos, salir afuera, acuerpar iniciativas cimentadas en los valores del evangelio, mediante la defensa popular no violenta, y liderarlas junto con la sociedad civil”.
Una sociedad, dicen, que “ha optado por no ser cómplice con su silencio e inacción”, frente al “escandaloso silencio y connivencia de quienes nos gobiernan, del mundo financiero y de la industria armamentística, que se engrasa con sangre”:
Ahora que “se están multiplicando otras muchas acciones y alzándose muchos movimientos y voces a las que se nos invita a sumarnos”, proclaman que “el Dios a quien seguimos no permanece indiferente ante el sufrimiento humano”, como dice el Éxodo: “He oído el clamor de mi pueblo y voy a liberarlo” (Ex 3,7).
Por eso, hacen un llamamiento a la comunidad cristiana a sumarse a cuantas propuestas no violentas en favor de la paz y contra el genocidio contra el pueblo palestino.
El comunicado de Justicia y Paz explica que “el grito de “¡Palestina libre! es un grito contra el genocidio, la violación sistemática de los derechos humanos, el exterminio y la ocupación ilegal de los territorios de un pueblo cada vez más al borde de la extinción”.
No es posible la paz sin justicia
La organización creada a raíz del Concilio Vaticano II para velar por la justicia y la paz desde criterios y principios evangélicos insiste en que “no es posible la paz sin justicia”.
De ahí, que entienda que hace falta “la devolución de los territorios ocupados por Israel ilegalmente, ocupación contraria al derecho y acuerdos internacionales, así como reconocer el derecho de un pueblo a existir y a no ser dominado, el respeto a sus decisiones de movilidad y a su propia gestión, autonomía y determinación política, social, cultural, económica y administrativa”.
La entidad eclesial, junto a las diferentes iniciativas que trabajan por el fin de la violencia, condena sin discusión posible “el terrorismo ejercido por Hamas”, pero añade “no podemos permanecer en silencio ante la desproporción y la crueldad de la respuesta de Israel perpetrando un genocidio contra una población indefensa a la que se está exterminando con sofisticadas armas de las que la población no puede huir y matando a inocentes de sed y hambre”.
“Invitamos a la comunidad cristiana a unirse activamente a cualesquiera de estas múltiples manifestaciones y actos no violentos”, exclaman, con la convicción de que “muchos hilos pequeños pueden tejer sólidas esperanzas y el logro del fin de la violencia”.
“En la esperanza de que el Dios del amor nos ayudará a madurar como sociedad para que la humanidad sea una gran familia, oramos junto al profeta: “De las armas nacerán arados y de las lanzas podaderas. Nunca más levantará la espada nación contra nación, ni se ejercitarán más los jóvenes para la guerra (Is 2,4)”, concluye su comunicado.

Redactor jefe de Noticias Obreras