Lanzan una agenda común por una transición justa “más allá del crecimiento” económico

Lanzan una agenda común por una transición justa “más allá del crecimiento” económico
Diferentes entidades sociales, reunidas en el Congreso, han celebrado la conferencia “Más Allá del Crecimiento”, con el objetivo de poner “el freno emergencia” ante al colapso ecosocial e impulsar una “agenda común” para poner en el centro de la economía “la vida misma y todo lo que permite que se desarrolle con dignidad”.

Organizaciones como Greenpeace España, Ecologistas en Acción, Redes de la Economía Social y Solidaria, Juventud x el Clima, la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología, ATTAC España, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo o la Alianza Más Allá del Crecimiento, entre otras muchas, han querido impulsar una “agenda común” que permita transitar democráticamente hacia un modelo justo, viable y alternativo.

En esta línea, su declaración común contiene una serie de propuestas para estimular el debate, pero también la acción colectiva con el objetivo de “profundizar y trabajar en las transformaciones necesarias para poner la vida en el centro” y “priorizar la satisfacción de las necesidades humanas y ecológicas sobre la acumulación”.

Trabajo ecosocial

En este sentido, se encuadra la “garantía de trabajo ecosocial” que permitirá acceder a un empleo con impactos sociales y ecológicos positivos a todas las personas que lo deseen, favoreciendo una transición justa en los sectores que deben reducirse o transformarse”.

No menos concreta es la propuesta de establecer “marcos regulatorios que incidan en la fase de diseño de cualquier producto para permitir la substitución de componentes y la reparabilidad, aumentando así la durabilidad y eliminando la obsolescencia”.

El diseño de la transición, apuntan, debe garantizar la sostenibilidad de servicios básicos universales (vivienda, transporte, energía, agua, salud, educación y cuidados…), compatible con la reducción del consumo energético y el abandono de los combustibles fósiles.

También reclaman el decrecimiento digital a través de la implantación de la soberanía tecnológica, el software libre y la reducción del impacto ambiental de las tecnologías de la información y comunicación; la eliminación de subvenciones a sectores destructivos y reorientación del crédito, el control de plataformas y transporte turístico; y reformas fiscales que limiten los ingresos y avancen hacia la progresividad.

No faltan las políticas que el movimiento decrecentista viene planteando ya desde hace décadas como la renta básica universal, como garantía de ingresos y redistribución de la riqueza, el impulso a la economía social y solidaria o la agroecología de circuitos cortos, en busca de la soberanía alimentaria, compatible con el relevo generacional.

En el plano de la cooperación internacional, defienden la cancelación de tratados de comercio e inversión para favorecer el intercambio internacional justo y la reparación histórica y cancelación de deuda con el Sur Global.

Todo ello enmarcado en el reconocimiento jurídico de los derechos de la naturaleza y de las generaciones futuras y en el avance hacia una democracia deliberativa orientada a definir la planificación ecosocial a largo plazo y las políticas de suficiencia a gran escala.

Ajusta la economía a los límites planetarios

El sistema actual, consideran las entidades firmantes, “carece de legitimidad para guiar la transición ecosocial que necesitamos en un contexto de creciente autoritarismo y deterioro de las instituciones democráticas”.

De hecho, el movimiento ecosocial y la propia comunidad científica vienen denunciando desde los años 70 del siglo pasado que “un modelo social y económico basado en el crecimiento sin fin es incompatible con el equilibrio ecológico del planeta y su habitabilidad”, recuerdan.

Convencidos de que necesitamos transitar con urgencia a un nuevo modelo ecosocial donde el bienestar no dependa del crecimiento económico”, lanzan un llamamiento urgente a “ajustar la economía a los límites planetarios para una sostenibilidad real”, se puede leer en la declaración.

Pero también, “cambiar las reglas del juego en favor de una visión de largo plazo, una reorganización democrática de la economía y un cambio cultural que haga posible vivir mejor con menos, rompiendo con las lógicas extractivistas y coloniales del actual modelo económico, que perpetúan modos de vida imperiales”.

Por supuesto, denuncian el “sistema capitalista, fósil, patriarcal, colonial y antropocéntrico”, que “no cuida a las personas ni al planeta”, que “depende de recursos energéticos y minerales limitados” y se “apropia de innumerables trabajos de cuidados para sostenerse”, dejando de lado “a millones de vidas mientras nos empuja hacia la extinción”.

La conferencia en el Congreso de los Diputados, como las similares celebradas en Italia, Austria, Dinamarca, Portugal, Irlanda, Francia, Noruega y la que se celebrará en Estonia próximamente, ha recogido el testigo del encuentro “Beyond Growth” en el Parlamento Europeo de mayo de 2023, que trata de encontrar alternativas para “construir una prosperidad socialmente justa más allá del crecimiento, compatible con los límites biofísicos”.

Los colectivos, organizaciones y personas firmantes de esta declaración plantean continuar los debates y sumar esfuerzos en un foro social previsto los días 13 y 14 de febrero de 2026, en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).