Illa y Argüello defienden el diálogo frente a la polarización

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, coincidieron este miércoles en la necesidad de recuperar una cultura del diálogo como vía para superar la polarización política y social que vive el país.
“Últimamente se entiende que cuando uno tiende a dialogar expresa debilidad. Es un error”, advirtió Illa durante su intervención en la Fundación Pablo VI de Madrid, en un acto impulsado junto con la Cátedra de la Cultura del Encuentro de la Universidad Pontificia Comillas. El dirigente catalán, designado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como interlocutor con Carles Puigdemont, defendió que “el diálogo es conveniente y necesario”.
“Dialogar con una persona implica reconocer a esa persona”, afirmó. Para Illa, supone respeto, capacidad de escucha y apertura a comprender otras razones: “A veces concluye con acuerdos, otras no, pero siempre enriquece. Yo he tenido experiencias positivas”.
Por su parte, monseñor Argüello criticó que hoy se entienda el diálogo como “una batalla de a ver quién gana”. Frente a ello, invitó a “partir de la escucha” y a nombrar tanto los acuerdos como los desacuerdos, abordándolos “desde lo que nos une”.
El arzobispo de Valladolid alertó de que la polarización se ha convertido en “una estrategia”, y reclamó más responsabilidad de políticos y medios de comunicación. “No me avergüenzo de haberme encontrado con el líder de Vox como hoy con el presidente catalán”, señaló.
Fe y política en la vida pública
Ambos coincidieron también en que la religión no debe quedar relegada al ámbito privado. Illa defendió el modelo aconfesional de la Constitución como “correcto”, subrayando que “no estoy de acuerdo con arrinconar la religión a la vida privada. El Estado aconfesional me parece un buen modelo y no implica relegar la religión al espacio privado”.
Argüello, por su parte, recordó la máxima evangélica de “dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, y reclamó una “caridad política” capaz de ofrecer hombres y mujeres virtuosos al servicio del bien común. “El Estado no es Dios. La democracia no tiene capacidad de darse autoridad a sí misma”, añadió.
Migración, solidaridad e identidad
Ambos también ofrecieron sus puntos de vista sobre la migración, la solidaridad y la identidad territorial. Para el presidente socialista “acoger, integrar a los que vienen no solo no pone en riesgo nuestra identidad, la enriquece”.
Argüello cerró su intervención recordando a Illa las palabras que le dedicó el papa Francisco al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su primera audiencia, donde le pidió “gestionar el país”, “edificar la nación” y “reconocer la patria”.

Redacción de Noticias Obreras.