Con los pies en el barro del mundo y los ojos en Dios
Más de 50 seminaristas de toda España pudimos participar en el Curso de Verano para Seminarios de la Conferencia Episcopal. Nos dimos cita en Santander para el bloque de la Semana de la Vida y la Misión Cristiana.
Participar en el curso ha sido, sin duda, una experiencia profundamente enriquecedora para la vocación de todos nosotros. La semana estuvo dividida en tres módulos: Vida Consagrada, Misión y Pastoral Social. Este último, titulado «El presbítero, servidor de Dios en el mundo».
Desde el primer momento, este módulo nos interpeló profundamente, ya que abordó el papel del presbítero desde una perspectiva pastoral encarnada, especialmente en el ámbito de la Pastoral Obrera y de las migraciones.
Uno de los aspectos más reseñables fue la formación impartida por José Manuel Aparicio Malo. Su reflexión teológica sobre las migraciones no solo amplió nuestra visión sobre este fenómeno, sino que también me hizo tomar conciencia del rostro humano y sufriente de tantas personas a quienes estamos llamados a acompañar como Iglesia. Nos ayudó a reconocernos a todos espiritualmente migrantes.
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Seminarista (Granada)
