¿Quién construye la historia? Los de abajo

Los de abajo. El protagonismo histórico de los pobres
Rodrigo Lastra del Prado
Fundación Emmanuel Mounier. Colección Persona. 2024.
348 páginas
Los libros de historia que se estudian en los colegios los escriben, sin duda, los poderosos, los invictos, los de arriba. En muchos casos, los opresores y enriquecidos que quieren dejar su huella en las mentes de las nuevas generaciones. Ellos son los que escriben la historia, pero son otros los que, silenciosamente, la construyen. Esto es lo que pretende poner en valor el libro Los de abajo. Protagonismo histórico de los pobres, de Rodrigo Lastra del Prado; la virtud y la fuerza colectiva de los que, en su debilidad, transformaron el mundo, y lo continúan haciendo hoy en día.
En esta obra, coeditada entre la fundación Emanuel Mounier y el movimiento apostólico Encuentro y Solidaridad, Lastra escribe sobre aquellas personas; hombres, mujeres, familias, colectivos, movimientos o asociaciones «que han tejido la historia con sus manos laboriosas y corazones rebeldes». Lo hace con la sensibilidad propia de un profesional oncólogo, que conoce el significado de acompañar sin edulcorantes y que tiene la mirada entrenada en los pequeños detalles, junto a la de un profundo y fiel apasionado de la historia.
Fruto de una gran labor de investigación, y acompañado de un sustancial conjunto de citas que ayudan a entender y pensar más allá, esta publicación da cuerpo a la intuición de Miguel de Unamuno en la que pone sobre la mesa el valor de la intrahistoria, el reconocimiento de los procesos ocultos pero trascendentales de millones de personas que, desde el anonimato, han fraguado el verdadero progreso. Como él mismo define de una forma majestuosa, «las olas de la historia, con su rumor y su espuma, ruedan sobre un mar continuo e inmensamente más hondo».
Los telediarios, los periódicos y la información frenética de las redes sociales no son más que ese manto superficial que adorna toda una profundidad sigilosa. Una capa que, sin embargo, no se sostendría sin las millones de personas que cada día se levantan al alba para cosechar campos, acudir a las fábricas, cuidar a los demás, educar con amor o desarrollar la creatividad. Los sencillos, los que no tienen poder ni titulares pero resisten y se asocian; sobre ellos va este libro.
No debemos pasar por alto las palabras del prólogo que escribe Enrique Prieto, gran militante cristiano que falleció al poco tiempo de escribir esas líneas y a quien también va dirigida la dedicatoria. Uno de «los de abajo» que supo convertir el dolor en virtud hasta en sus últimos momentos, y dio su vida desde su profesión y su militancia. Su mirada tenía un especial brillo de entusiasmo cada vez que se dirigía a las nuevas generaciones, muchos hijos de militantes cristianos. A estos jóvenes insiste en la necesidad de conocer la historia de lucha de los empobrecidos, del movimiento obrero, con sus luces y sus sombras, aprendiendo de sus errores, pero dejándose cautivar por las razones de su lucha: la solidaridad y el entusiasmo que rezuma el estilo militante.
El lector que tenga entre sus manos Los de abajo, comprobará que sus páginas no le dejan indiferente; su elaboración y estructura están pensadas para llevar a la vida cotidiana y a la acción aquello sobre lo que se reflexiona ya que, después de cada capítulo, el autor propone una serie de preguntas sencillas y concretas a modo del Método de Encuesta: ver, juzgar y actuar. De esta forma, el libro no se limita a una simple lectura de mesilla de noche, sino que puede adquirir un interesante carácter de trabajo grupal que enriquece cualquier punto de vista.
El autor invita a un recorrido vertebrado en tres grandes apartados, cada uno con siete capítulos: la igualdad, sobre el nacimiento de la democracia; la libertad, sobre la emancipación de los empobrecidos y lo cooperativo como algo inherente al ser humano; y la fraternidad, una aproximación al Movimiento Obrero, esencial en la historia de España y a la vez tan desconocida.
Porque un elemento primordial destacado en el libro es, además, la gran cultura de asociación desarrollada entre los empobrecidos concretada en realidades como la Editorial ZYX, así como tantas otras en el resto del mundo. Creadas, sostenidas y alimentadas por «los de abajo». Lejos de quedarse en teorías, Lastra ahonda en experiencias concretas que han escrito la historia también desde la no violencia, un término que no indica solo una acción sino todo un proceso; histórico, personal, de conciencia, espiritual, colectivo. Desde la Rosa Blanca, un puñado de jóvenes que se atrevieron a desafiar al nazismo a través de las entrañas del mundo universitario siendo perseguidos y condenados por ello; hasta el testimonio del fraile franciscano Maximiliano Kolbe, que dio su vida en el campo de concentración de Auschwitz para salvar a un padre de familia; o el Movimiento de los Sin Tierra en Iberoamérica que lucha por la dignificación de los barrios marginales. Realidades protagonizadas por los que el papa Francisco denominó «poetas sociales» que, indudablemente construyen la historia, pero que no son nombradas en la narrativa imperante.

Periodista