La caminata por la diócesis de Bilbao recuerda al movimiento obrero y reclama trabajo decente

La caminata por la diócesis de Bilbao recuerda al movimiento obrero y reclama trabajo decente
La 13ª etapa de la marcha conmemorativa por la diócesis de Vizcaya BizkaiBira, dedicada al mundo del trabajo contó con la presencia de militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

La caminata que, paso a paso y jornada a jornada, recorrió Bizkaia en el marco de la celebración del 75 aniversario de la diócesis llegó a Portugalete, en la Margen Izquierda de la Ría del Nervión. El camino permitió la convivencia, el encuentro y la reflexión compartida, acercando a los participantes a la realidad de los pueblos, sus gentes y quienes forman parte de las diferentes comunidades cristianas, así como a las distintas experiencias y dinámicas pastorales.

Esta jornada ofreció una oportunidad excepcional de mirar al pasado y tomar conciencia de la transformación que, con la industrialización, experimentó el paisaje y la manera de entender el trabajo y la vida de tantos trabajadores y trabajadoras, muchos de ellos migrantes de otras zonas del Estado en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Resultó inevitable reparar en la similitud con las situaciones de personas que hoy llegan desde latitudes más lejanas y culturas diferentes. En la actualidad, la transformación es otra: la era digital, el auge de los servicios y del turismo.

Se recordaron los inicios del movimiento obrero, la lucha por unas condiciones de vida dignas, la necesidad de vivienda, sanidad, escuelas… Las ocho horas de trabajo, descanso y ocio, y la presencia de la Iglesia en diversas iniciativas. Una reivindicación que hoy sigue siendo necesaria frente a la precariedad, el desempleo, la siniestralidad laboral y la falta de perspectivas de futuro.

Durante el recorrido, las personas participantes conocieron de cerca la realidad del trabajo en los Altos Hornos de Vizcaya, un patrimonio industrial que hoy se intenta conservar y que invita a una memoria agradecida hacia los hombres y mujeres que hicieron posible la realidad actual.

También puedes leer —  La HOAC fija cinco prioridades para seguir cuidando el mundo del trabajo y la vida comunitaria

Un gesto por el trabajo decente

El testigo, que se fue pasando en cada etapa, llegó a Portugalete tras una mañana lluviosa, con mucho barro en las botas de los caminantes, especialmente jóvenes. El grupo prosiguió hasta Sestao y participó en el gesto en defensa del trabajo decente. Se reivindicó que el trabajo debe ser para la vida: un trabajo digno, que respete la dignidad de hombres y mujeres.

Al cerrar la jornada, se volvió a recordar el texto del Evangelio de los trabajadores de la viña, con el que se había iniciado el día. Dios valora el trabajo de cada persona. Observó a los trabajadores y los invitó a trabajar en su viña. Una invitación que sigue vigente hoy. ¿Cómo hacer realidad un trabajo digno? Los jóvenes expresaron su respuesta con palabras como: humanización, respeto a las personas, reconocimiento de derechos, cuidado, esfuerzo, compartir, proyectos, dignidad, servicio…

Con cansancio, pero también con ilusión por lo vivido y compartido, desde la alabanza a Dios y con el sentimiento de comunidad, la jornada concluyó con un merecido descanso antes de retomar, al día siguiente, el camino hacia la siguiente etapa en la Zona Minera.