Un libro que resitúa el protagonismo histórico de los pobres

El libro “Los de abajo. El protagonismo histórico de los pobres” de Rodrigo Lastra del Prado, fue presentado por el actor y autor teatral Mosiés Mato, con la partipación del profesor de filosofía y presidente de la Fundación Mounier, Carlos Díaz, además del propio autor, en la Casa de Encuentro y Solidaridad de Carabanchel Alto.
En palabras de Moisés Mato, el libro pone en la historia a “los verdaderos protagonistas de la historia”. Un canto a los hombres y mujeres, que muchas veces desde la sombra, han tejido la historia con sus manos laboriosas y sus corazones rebeldes. Es una invitación a recorrer los senderos de la humanidad desde la perspectiva de los que nunca tuvieron poder, desde las primitivas comunidades hasta el resurgir del movimiento obrero.
Con una narrativa que entrelaza historia, filosofía y conciencia social, nos recuerda que el verdadero poder reside en la fraternidad, en la solidaridad y en la resistencia silenciosa de los sencillos
Con una narrativa que entrelaza historia, filosofía y conciencia social, nos recuerda que el verdadero poder reside en la fraternidad, en la solidaridad y en la resistencia silenciosa de los sencillos. La historia no es la de los grandes personajes, sino la de quienes, en su debilidad, hallaron la fuerza colectiva para transforma el mundo. Es, en definitiva, el continuo resurgir de la utopía que nos sigue empujando a los que seguimos siendo de abajo y creyendo en la fuerza de los de abajo.
Carlos Diaz, desde la imponente fuerza de su testimonio personal y su compromiso en los lugares mas complicados de América Latina, nos situó en la perspectiva del verdadero pobre, del desalojado de todo y superviviente continuo. “No todos los pobres son pobres con conciencia”, y por eso es importante situar la línea en la apertura a los valores reales de la libertad, igualdad y fraternidad, sobre todo esta, la fraternidad, que desde la revolución francesa se han pervertido y es necesario rescatar.
Es, según Díaz, lo que expresa el texto de Rodrigo Lastra al recorrer el sentido histórico de la verdadera libertad, con conciencia de saber mirar con la mente abierta al espíritu que hace humano, la igualdad en la dignidad no perdida, a pesar de ser pisoteada, y la fraternidad con el compartir el dolor, la vida y la lucha sabiendo que es lo que tenemos, sin más, pero no desde la competencia o la pelea, sino desde la colaboración.
Los continuadores han sido y son últimamente en la historia, las masas explotadas del movimiento obrero que supieron redescubrir la fuerza de la dignidad humana. No faltaron el recuerdo a Rovirosa, Malagón y Teófilo Pérez Rey, y todos los que iniciaron la formación de la conciencia social en la iglesia
Por último, el autor quiso centrarse, entre otras referencias, en la realidad de la historia de los de abajo como una constante, la del nacimiento continuado de su conciencia. La toma de conciencia de la realidad del trabajo humano y digno y que a lo largo de los siglos se ha transmitido como un ejercicio de compartir y de solidaridad. Conscientes o no tanto, de que lo transmitido es un regalo y un esfuerzo colectivo de conocimiento y sabiduría popular que se convierte en esfuerzo humano y crecimiento colectivo.
Lastra ha puesto en valor la historia de todos los que han recorrido en la historia y en la iglesia ese proceso de toma de conciencia en el conjunto del movimiento obrero, la acción social, y la reparación de la justicia. Desde los testimonios de los primeros anarquistas pasando por los defensores de la lucha pacifista no violenta, hasta los testimonios de los que, todavía hoy siguen o seguimos en la utopía renacida y reforzada de mirar desde abajo y sentirnos continuadores de la verdadera historia, la de los desde abajo. Un texto lleno de citas sabrosas y contundentes que se lee con fruición, con dolor, ilusión y fe compartida.

Profesor de Religión