Trabajadores cristianos apoyan la movilización por la mejora de la salud laboral en Vestas Daimiel

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Ciudad Real, en coherencia con la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”, apoya las reclamaciones para mejorar los protocolos de seguridad y prevención de riesgos de los sindicatos de Vestas Daimiel que han convocado una manifestación en Madrid este viernes.
Casi cuatro meses lleva la plantilla de Vestas en Daimiel, fabricante de palas para aerogeneradores, exigiendo mejoras en la prevención de riesgos de salud, sin que hasta el momento hayan conseguido que la dirección se siente a negociar.
Los sindicatos que componen el comité de empresa, USO, CCOO, UGT, CGT y CSIF, llevan convocado a la huelga, primero con paros de dos horas y luego varias jornadas completas a la semana, desde el mes de marzo.
La organización de trabajadores cristianos apoya las movilizaciones del conjunto de la plantilla y advierte que “la energía obtenida por las palas aerogeneradoras que produce esta empresa nunca será limpia y sostenible, si es a costa del maltrato del trabajo y de la vida de las personas trabajadoras que las manufacturan”.
El presidente del Comité de Empresa de Vestas Daimiel, José Miguel Martín, explica que “hay un cúmulo de razones” que les ha llevado a movilizarse, entre ellas, “la no adopción de medidas de salud ante los riesgos químicos” y “la no aplicación del permiso retribuido”.
Martín ha denunciado además que en los últimos años se vienen produciendo gran cantidad de despidos entre 10 y 20 despidos, “todos ellos improcedentes, lo que supone un enorme coste económico, entre 200.000 y medio millón de euros todos los años que tienen que designarse para pagar las indemnizaciones”.
Coincidiendo con la jornada de huelga del viernes 13 de junio, han organizado una manifestación en Madrid, frente a la sede central de la empresa de origen danés, con el objetivo de hacer oír sus reclamaciones .
“Los productos químicos con que se recubren las palas de fibra de video desprenden vapores y necesitan un tiempo de curado antes de lijarlas”, explica David Jiménez, trabajador afiliado a CGT.
“Pero cuando apremia la producción, te achuchan y no esperas, sobre todo si tienes miedo de no llegar al final de año en tu puesto o de que no te renueven”, detalla el operario, que añade que “muchos compañeros llevan tiempo sufriendo alergias, enfermando, sin que la empresa tome medidas”.
“La única forma que tenemos de que intervenga la empresa es poniendo denuncias a la Inspección y en los juzgados”, comenta. “La empresa alega que el problema es que el uso inadecuado que hacemos de los equipos de protección y luego paga las multas y solo actúa cuando no le queda más remedio”, comenta.
“A menudo nos dicen que si lo que estamos buscando es que cierre la empresa, por plantear las denuncias. Por supuesto que no, lo que queremos son condiciones seguras y que se adopten todas las medidas de prevención para no enfermar por trabajar y volver sanos del trabajo”, concluye Jiménez.
El comité de empresa insiste en su voluntad para negociar. También quieren mejoras relacionadas con el calendario, los permisos, el reconocimiento de la categoría profesional, y reclaman que Vestas pague a toda la plantilla el plus convenio, además del cese de los despidos que con frecuencia se efectúan al amparo del descenso de productividad.
En defensa de la vida
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Ciudad Real se solidariza con las justas reivindicaciones en materia de salud laboral, en coherencia con el llamamiento de los obispos españoles en 2000, año jubilar como este 2025, en el que decían que “la situación de la salud laboral urge a los cristianos a comprometerse activamente por un trabajo sin víctimas, en defensa de la vida, colaborando según las posibilidades de cada uno a formar, en nuestra sociedad, la conciencia de la gravedad de la situación y sus causas”.
Vestas en Daimiel, la segunda factoría más grande de la provincia por número de trabajadores después del complejo petroquímico de Repsol en Puertollano, roza los 1.000 trabajadores, en cuatro turnos, entre fijos y eventuales, además de generar actividades productivas en empresas auxiliares. Ha llegado a superar los 1.600, recurriendo a personal de empresas de trabajo temporal.
El movimiento cristiano de Ciudad Real recuerda que Vestas Daimiel es el primer encuentro con el mundo laboral de muchas personas jóvenes trabajadoras en la provincia, por lo que pide a la dirección que extreme las medidas de prevención para no exponer a sus trabajadores “a enfermedades profesionales por falta de información y formación suficiente e inmediata”, más ante los riesgos químicos y cancerígenos.
La organización de trabajadoras y trabajadores cristianos, como parte de la Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo, apela a la dirección a negociar con la representación de su plantilla, para convertirse en una esperanza digna de trabajo también para la juventud de la región.
Recuerdan, así mismo, las palabras del Papa Francisco en su convocatoria del Jubileo de la Esperanza 2025: “Necesitan signos de esperanza aquellos que en sí mismos la representan: los jóvenes. No podemos decepcionarlos; en su entusiasmo se fundamenta el porvenir. (…) Cuando los estudios no ofrecen oportunidades y la falta de trabajo o de una ocupación suficientemente estable amenazan con destruir los deseos, entonces es inevitable que el presente se viva en la melancolía y el aburrimiento”.
También el papa León XIV, ha invitado a la toda la Iglesia a “responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo”.
“La persona es lo primero, no los beneficios empresariales. La economía debe estar al servicio de las personas, de la sociedad, y no al revés. Esforcémonos por lograrlo”, clama la HOAC diocesana.

Redactor jefe de Noticias Obreras